La Guardia Civil de Cangas desenmascara a un estafador que se hacía pasar por una viguesa

VIGO

Alejandro Martínez

La víctima le envió 37.000 euros durante más de un año y tuvo que recurrir a préstamos personales

09 jun 2018 . Actualizado a las 13:56 h.

La Guardia Civil de Cangas ha destapado a una estafador de Canarias que se hacía pasar por una vecina de Vigo y que además tenía como cómplice a su padre. El investigado es J.G.A., de 26 años, y su progenitor, J.G.M., de 49. Los agentes cangueses han puesto así el punto final a una estafa amorosa que le ha costado 37.000 euros a un vecino de Poio.

El hombre remitió a una mujer a la que creía su novia distintas cantidades de dinero entre mayo de 2016 y octubre de 2017. La conoció por Internet  en mayo de 2016 y creía que vivía en Tailandia. Tras intercambiar distintas conversaciones la relación se afianzó por wasap. Desde que estrechan su amistad el estafador se inventa la historia de que atraviesa por una delicada situación económica por una deuda de 16.000 euros contraída con otro ciudadano español afincado también en Tailandia para montar un negocio de hostelería. Bajo la falsa apariencia de ser su compañera sentimental, lo convenció para que le ayudara económicamente y el accede inicándose los envíos de dinero. 

Un inesperado giro en la relación desató las dudas de la víctima. La supuesta novia le llamó desde Gerona, donde le dijo que estaba retenida contra su voluntad por un amigo del prestamista. Ante las sospechas, el hombre acudió al equipo de Policía Judicial del Puesto Principal de Cangas, que abrió una investigación. Las pesquisas condujeron a los investigadores hasta Las Palmas de Gran Canaria, donde consiguieron desenmascarar a la falsa novia. La mujer que durante 17 meses recibió el dinero desde Pontevedra era en realidad un joven que, en aparente complicidad con su padre, pusieron esta trama, que se mantuvo hasta que la Guardia Civil desató la mentira.

Pese a que la víctima presentó la denuncia que posibilitó la localización de los investigados, el engaño se prolongó hasta que le sacaron otros 20.000 euros. El hombre llegó a acudir a préstamos personales para hacer frente a las cantidades que le demandaba su supuesta novia. 

Las diligencias instruidas se entregaron en el juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra.