Empató 0-0 en la vuelta del play-out y dio por bueno el 2-2
27 may 2018 . Actualizado a las 14:37 h.Desfondados física y emocionalmente, pero eufóricos. Así acabaron los jugadores del Coruxo el partido contra el Mérida en el que confirmaron que seguirán en Segunda División B. Tras una temporada durísima cuyo mes y medio final fue de infarto, lograron sellar la salvación en un partido que se fue a los 97 minutos y cuyo tramo final fue un sinvivir. Porque tras el 2-2 de la ida, al Coruxo le valía el empate sin goles, pero aguantarlo le exigió un ejercicio defensivo de entrega absoluta. Porque el Mérida jamás bajó los brazos.
El Coruxo salió más tenso de lo recomendado al partido. El Mérida, que había tomado nota del choque de la ida, apostó por una defensa de tres centrales y por buscar balones largos con los que intentar hacer daño a la zaga verde. Pero los de Jacobo Montes ya se lo esperaban. Aguardaban un fútbol muy frontal y vertical, sin bandas, y actuaron para contrarrestarlo. En los compases iniciales los visitantes se aproximaban más, pero fueron los vigueses los que dieron un primer aviso con una contra liderada por Higón a la que respondieron los romanos con un remate alto de Santi Villa, que había aprovechado un balón perdido por Pazó. El emeritense fue un dolor de muelas para los verdes, ya que en la primera mitad obligó a la defensa a despejar un balón que olía a gol, y antes de irse al descanso tuvo la oportunidad más clara del primer acto al estrellar contra la madera el esférico.
Aunque ninguno de los dos equipos quería arriesgar antes de lo necesario, los extremeños querían llevar más la iniciativa. El Coruxo priorizó el orden defensivo e intentó hacer daño con Higón y Mateo, y acusó cierta falta de mordiente y de claridad de ideas en los últimos metros y en el último pase. A pesar de ello, cada vez que los dos hombres de banda entraban en acción, el ambiente cambiaba. Un jugadón del ex del Celta B no acabó en gol porque el visitante Golobart evitó que Higón, con todo a favor, rematase un balón de oro en la mejor ocasión local del primer tiempo.
El tramo definitivo
Tras el paso por vestuarios el Mérida le metió una marcha más a su juego, intentó ser más vertical todavía, estuvo más tiempo en territorio del Coruxo, pero sin saber cómo desarbolar la defensa verde, en la que Pazó realizó un trabajo descomunal desbaratando infinidad de acciones en el juego aéreo. Pero, visto lo que estaba en juego, con el paso de los minutos el partido se fue enrareciendo (banquillos incluidos) y las llegadas se sucedieron. Primero Alberto ?por tercera vez salvó la categoría con el Coruxo? paró en dos tiempos un remate de cabeza de Javi Gómez, luego Higón enganchó dos contras virulentas que primero marró el portero y más tarde la defensa, y los emeritenses, más físicos, a punto estuvieron de desequilibrar la eliminatoria cuando Javi Gómez aprovechó una segunda jugada para realizar un remate de cabeza que se marchó cerca del palo milagrosamente.
Con el duelo desencorsetado, Higón tuvo la tranquilidad en sus pies en otra contra diabólica, pero su tiro salió demasiado cruzado y el partido entró en unos últimos minutos de acoso emeritense y agonía verde. Porque el Mérida apretó sin descanso, quizás con más corazón que cabeza, pero el Coruxo, con la plantilla desfondada y Alberto hecho polvo, echó mano de casta para salvarse. Es equipo de Segunda B.
Ficha técnica:
Coruxo (0). Alberto Domínguez, Rafa Mella (Campillo, min 72), Pablo García, Mario, Adrián Pazó, Borja Yebra, Higón, Antón de Vicente, Silva (Pablo Crespo, min 84), Mateo (Álex Arias, min 52), Fer.
Mérida (0): Felipe Ramos, José Cruz (Jokin Esparza, min 76), Quique Pina, Paco Aguza, Golobart, Javi Chino, Chema Mato (Kiu, min 52), Julio de Dios, Javi Gómez, Iván Villar, Santi Villa (Isaac Nana, min 75).
Árbitros: Martín González (Las Palmas). Amonestó a los locales Pazó y Antón y a los visitantes Santi Villa y Javi Chino.
Incidencias: Vuelta del play-out disputado en O Vao. En la ida el marcador había sido 2-2.