El artista vigués expone un juego tridimensional en la sala Apo?strophe hasta el 26 de mayo
16 may 2018 . Actualizado a las 10:10 h.2D 3D es el título de la exposición del artista Javier Pena que se puede ver hasta el 26 de mayo en la sala Apos’trophe (Plaza Elíptica). Es una reflexión sobre los conceptos de apariencia y realidad, para lo cual, Javier Pena juega con mecanismos visuales que regulan el proceso de la percepción, intentando provocar al espectador al sugerirle sensaciones tridimensionales.
-¿De qué parte la exposición?
-Es la maduración, reflexión y perfeccionamiento de algo que hallé hace tres años. Desde las dos dimensiones puedo mostrar imágenes que induce al espectador a percibir un objeto en tres dimensiones. Me ocurrió experimentando en escultura con la intersección de tres planos. Uno de ellos se plegó inesperadamente, y me di cuenta de que permitía ver las tres dimensiones de una forma convincente. Últimamente, los bocetos han ido evolucionando hacia unas imágenes que evocan un poco a la arquitectura. Seguramente, estas obras me están marcando un camino para seguir en el futuro. Yo soy arquitecto, y parece como si me llevasen de nuevo a imágenes relacionadas con la arquitectura. Algunas de las obras que tengo en la exposición son pintura, imágenes escultóricas, pero también evocan la arquitectura por lo tanto me voy acercando a esa vieja aspiración de la integración de las artes.
-¿Ese engaño es parte de un juego?
-Tiene algo de lúdico porque sorprender al espectador me gusta. Utilizo procedimientos artesanales, pero los perfecciono a través del ordenado para, posteriormente, vuelvo al proceso artesanal. A través de las nuevas tecnologías damos una realidad que no existe, que es lo que llaman la realidad virtual, y, de alguna manera, yo muestro una realidad virtual porque el espectador está viendo algo que realmente no existe.
-Pero, la perspectiva también es un engaño pictórico.
-Sí, los pintores consiguen mostrar o sugerir las tres dimensiones, pero el interés que puede tener mi hallazgo es que yo utilizo unos recursos mínimos, porque normalmente mis obras son la intersección de tres planos y el empleo de colores planos; es una simplificación al máximo. El engaño se consigue con nada.
-¿Hay cálculo matemático?
-Obviamente, tengo conocimientos de geometría, pero no la utilizó porque encorsetaría la obra; yo trabajo de forma intuitiva. No utilizo reglas, ni ningún otro objeto de cálculo. El resultado tiene que gustarle al ojo. Lo que me interesa es que no vaya en contra de las leyes de la percepción del ojo.
-¿Cuántas piezas muestra?
-Es una exposición dispersa. Hay catorce obras expuestas de una forma muy didáctica. En una pared se puede ver cómo un mismo diseño se va haciendo cada vez más complejo. Empieza por la simple intersección de dos planos, que genera una sensación de espacio.