Auxiliares de enfermería se niegan a arrastrar la ropa sucia en el Cunqueiro

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Dicen que el trabajo no les compete y acusan al Sergas de apoyar a la concesionaria

03 may 2018 . Actualizado a las 14:03 h.

Auxiliares de enfermería del Álvaro Cunqueiro se niegan a arrastrar bolsas de ropa sucia a los puntos de recogida fijados en el hospital. No lo han hecho nunca y rehúsan desempeñar esta labor después que la empresa de limpieza externa haya dejado de hacerlo al comprobar que no está contemplado en su pliego de condiciones.

Ayer fue el primer día que cumplieron su promesa. Los sacos con sabanas, toallas y camisones usadas por los pacientes se quedaron junto a los boxes de la uci. La directora de Procesos Asistenciales, Mar Vázquez, advirtió en una comunicación interna que esta situación supone «unha grave alteración das condicións hixiénicosanitarias para os pacientes, con riscos para a súa saúde».

La polémica está servida. La administración sanitaria reaccionó entregando en mano una orden por escrito advirtiendo a los funcionarios que es su obligación, para que se atengan a las consecuencias que puede acarrear su negativa. «No caso de incumprimento de esta orde, conleva o incumprimento de funcións e ordes recibidas con consecuencias no ámbito disciplinario e de saúde pública polo que se darán as instruccións oportunas para a iniciación do procedemento disciplinario o xudicial que corresponde», señala la carta enviada a los trabajadores firmada por la gerente de gestión integrada.

Otra carta de la directora de procesos de enfermería informa que en los estatutos del personal sanitario se recoge su obligación de recoger y reponer la ropa.

Pero ahí discrepan los sindicatos. «Su función es recoger, pero en ningún sitio dice transportar la ropa sucia», valoraba ayer la presidenta de la comisión de centro y delegada de CC OO, María José Diéguez. Los representantes de los trabajadores han convocado para este mediodía una concentración en los pasillos de la gerencia para protestar.

El traslado de las bolsas de ropa sucia desde las habitaciones hasta los puntos de recogida era una labor que realizaba la empresa de limpieza. Sin embargo, esta función no estaba prevista en las condiciones del contrato. Los trabajadores denunciaron esta situación y les dieron la razón en una negociación realizada entre las partes en las que intervino un árbitro mediador.

«La empresa de lencería es la que tiene que ejercer estas funciones, pero dicen que no van a poner más personal», explica la representante sindical. Unos por otros, la casa sin barrer. «La concesionaria tendrá que buscarse la vida y contratar personal», añade. Mientras no haya un acuerdo, las bolsas con la colada pendiente seguirán asomando en la puerta de las habitaciones. Los funcionarios auxiliares de enfermería recogen la ropa, pero la dejan para que otros trabajadores se encarguen de llevarlos a los puntos de recogida que están habilitados.