Universidad y Diputación reúnen especialistas para definir acciones contra fuegos forestales

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El director de la EE Forestal, Juan Picos, coordinará un equipo de expertos de diferentes países

13 mar 2018 . Actualizado a las 23:56 h.

Definir una serie de directrices concretas que sirvan para guiar el trabajo de prevención de los fuegos forestales y de mitigación de sus posibles consecuencias. Ese es el objetivo principal del grupo de expertos y expertas de diferentes países que, bajo la coordinación del director de la Escuela de Ingeniería Forestal, Juan Picos, trabajará en los próximos meses en la definición de esta serie de medidas, en el marco de un proyecto impulsado al amparo de un convenio de colaboración de colaboración entre la Universidad de Vigo y la Diputación de Pontevedra, que destina 58.000 euros a este proyecto. El rector de la institución académica, Salustiano Mato, y el vicepresidente de la institución provincial, César Mosquera, firmaron este martes un convenio que supone «un gran reto» para la Escuela de Ingenieros Forestales, como señaló Picos, lo de «tratar de ir más allá» de la diagnosis, de «saber que está pasando», para abordar «como tenemos que enfrentarlo».

Según explicó Picos, el objetivo de esta iniciativa es «poder dar unas recomendaciones basadas en la ciencia para la gestión pública» frente a lo que es «el problema ambiental número uno». Para eso, se buscará «fichar a los y a las mejores» en los diferentes ámbitos que abarca un «problema complejo, con muchas vertientes», con el propósito de que elaboren en primer término un primer acercamiento a la problemática desde su visión y ámbito de trabajo, «para que después entre todos podamos consensuar y articular unas recomendaciones comunes». En ese mismo sentido, Mosquera puso de relieve que el propósito de este convenio no es que este grupo «haga un estudio», sino que de su análisis y discusión salgan «conclusiones claras y operativas» que permitan conocer que medidas son adecuadas para «lo mayor problema ambiental que tenemos en este país». En una firma que contó también con la presencia del vicerrector del campus, Juan Manuel Corbacho, Mato destacó por su parte este convenio como «un ejemplo más de la filosofía de transferencia de conocimiento que defendemos desde la Universidad», en este caso con destino a las administraciones, lo que hará posible «que esa eficiencia se traduzca en buenas políticas públicas».

Una metodología de trabajo novedosa

Expertos que se encuentran actualmente evaluando esta problemática en Portugal y en otros puntos de la península, junto con especialistas procedentes de otros puntos de Europa, formarán parte de ese equipo de trabajo que, tras sus aportaciones iniciales, se reunirán en Pontevedra para debatir las diferentes propuestas y «buscar el denominador común para lanzar una serie de conclusiones», convirtiendo así la ciudad en la «capital del conocimiento» sobre la materia, como añadió Mato, quien destacó lo «novedoso» de esta metodología de trabajo conjunto, «un modelo muy parecido a los que generan los informes que luego marcan las pautas de las políticas europeas».

Ir a los orígenes de una problemática que está mudando

El propósito de este grupo de expertos, como añadió Picos, será concretar «una nueva aproximación a una nueva realidad», ya que, «aunque estamos más familiarizados con los fuegos forestales, estamos viendo un cambio en las circunstancias, que van a obligar a tomar medias para atajar no sólo lo que ya veníamos teniendo sino situaciones que se pueden agravar en el futuro». En ese sentido, el director de la EE Forestal puso el acento que, tanto en la provincia de Pontevedra como en el conjunto de Galicia, el crecimiento de la biomasa, motivado entre otros factores por el abandono de las explotaciones, sumado a circunstancias climatológicas adversas está haciendo de esta vegetación «un combustible disponible en el momento en el que ocurra un fuego». De ahí que uno de los propósitos del estudio sea abordar la efectividad de diferentes tipos de acciones, desde desbroces a tratamiento silvícolas o con ganado, para reducir esa «carga de combustible», toda vez que los incendios son «reacciones en cadena y en el momento en el que alcanzan determinada intensidad, su combate es prácticamente imposible». Por eso uno de los propósitos de este grupo de trabajo será determinar acciones para que los efectos de estos fuegos, que suponen también, recordó, un peligro para las personas, sean «mucho menores y mucho más controlable», así como la manera de que estas sean compatibles con el aprovechamiento económico del monte.

«Partimos del hecho de que las actuaciones deben priorizarse para, si no evitar una ola de fuegos, tratar de evitar los daños y las circunstancias que se vinieron dando en las de los últimos años», añadió Picos de un trabajo que, en ese sentido, abarca también la «algunas caracterizaciones del que pasó», de que zonas ardieron en los últimos incendios y de la caracterización de esos montes, trabajos que ya se están llevando a cabo con el propósito de dotar de información concreta a los expertos y expertas. De este modo, el objetivo final, añadió, es elaborar un documento con una serie de «conclusiones que estén al servicio de la ciudadanía» que puedan ser aplicadas tanto por las administraciones como por comunidades de montes y propietarios forestales.