Los trabajos se iniciaron en marzo de 1991
12 mar 2018 . Actualizado a las 12:11 h.Con cierta sorpresa recibieron los vigueses, el 12 de marzo de 1991, los trabajos previos a la colocación de la escultura del cambadés Francisco Leiro en la Porta do Sol. Sobre dos finas columnas de 14 metros de altura se ubicaría una ola de hojalata, en la cual descansará una especie de sireno, tal como empezaba a decirse entonces, que en realidad era, y es, un hombre que en parte tiene su cuerpo recubierto de escamas.
Aquellos días se estaban colocando también las esculturas de Urzaiz y de la Plaza de España, mientras en la plaza de América Silverio Rivas tenía que esperar a que finalizasen las obras del túnel.
El conjunto de obras escultóricas formaban parte de un plan de embellecimiento impulsado por el gobierno dirigido por el alcalde Manuel Soto.
La proximidad de las elecciones municipales provocó algunas críticas por parte de la oposición. Las esculturas fueron recibidas con críticas y aplausos, a partes iguales.