El capitán del Mapfre vuelve a la Volvo tras recuperarse en Vigo

La Voz VIGO

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MARIA MUINA

Ñeti Cuervas-Mons supera una «tediosa» puesta a punto tras el golpetazo de Lisboa con profesionales de la ciudad

23 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Cuerva-Mons, Ñeti, el capitán y proa del Mapfre, tuvo que interrumpir su cuarta participación en la Volvo Ocean Race para recuperarse de un tremendo golpe sufrido en la etapa de Lisboa en Vigo. El santanderino ya está recuperado por completo y viajará la próxima semana hasta Nueva Zelanda para enrolarse de nuevo en el proyecto español, justo en la antesala de una de las etapas decisivas de la prueba.

Todo comenzó a principios de noviembre durante la celebración de la regata In-Port en aguas del río Tajo en Lisboa. El Mapfre montó la puerta y Ñeti se dirigió a proa y se enganchó con una escota, saliendo disparado por los aires y dándose un fuerte golpe contra el casco del barco quedando inmovil.

Un golpe que no pasó a mayores, pero que unido a una lesión anterior le llevó a parar. «Esta lesión la venía arrastrando desde principios de la vuelta al mundo y con el golpe en la espalda que tuve en Lisboa se me acentuó. Decidimos darme un par de meses de recuperación, fortalecer toda la zona abdominal y ponerme más en forma. Ahora vuelvo con garantías de estar bien otra vez y poder darlo todo en el resto de la vuelta al mundo», comentó Ñeti Cuervas, que confirmó su plena recuperación: «Ya estoy listo para navegar otra vez y de hecho me voy a Nueva Zelanda el día 2 para reincorporarme a la regata».

Ñeti, que califica de «tediosa» su recuperación después de estar casi tres meses parado, se ha puesto en manos viguesas para completar su recuperación. Concrementamente con el preparador físico Eduardo Parra (exCelta, Liverpool, Real Madrid, West Ham, Anzhi...), realizando trabajo de fisiterapia en la clínica Icónica y trabajo físico en el Gimnasio Coliseum. «Da gusto trabajar con gente así». Aunque tres meses le suene a eternidad, está dentro de los plazos previstos. «El más realista era Nueva Zelanda, con más garantías poder volver y terminar la vuelta al mundo, que quedan cinco etapas y más de la mitad de los puntos por disputar», comenta.

Durante este tiempo no ha perdido detalle del día a día a bordo del Mapfre. «Estoy sorprendido por la cantidad de información que se puede llegar a recibir, pero se hace duro porque lo que me gusta es estar en el agua y tengo ganas de volver con mi equipo y luchar en el agua».

En su mente tiene la séptima etapa, la reina, de la Volvo, que une los puertos de Auckland e Itají con paso incluido por el Cabo de Honor con doble puntuación y punto de bonificación. «Creo que en la siguiente etapa se demostrará que equipo es el más fuerte y yo espero que seamos nosotros, será una etapa decisiva para la general».