Los padres de un vigués de 13 años se gastaron en juguetes los 10.000 euros que su hijo le robó a otro niño

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

ÓSCAR VÁZQUEZ

El menor se apoderó en el 2014 de dinero que los padres de un amigo guardaban en el despacho de una vivienda de Redondela

26 ene 2018 . Actualizado a las 12:58 h.

Los padres de un niño vigués de 13 años que robó 10.000 euros a un amigo aceptaron ayer una condena por conformidad en una vista que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo. La Fiscalía acusó a los progenitores de un delito continuado de receptación por haberse gastado el dinero robado por su hijo en juguetes o haberle ayudado a ocultarlo.

Los familiares del menor admitieron ayer ante la jueza que sabían que el dinero que traía su hijo a casa tenía que proceder de algún hecho ilícito y pactaron con el fiscal una rebaja de la petición de cárcel. Inicialmente, el ministerio público proponía un año de prisión, pero la pena quedó reducida sustancialmente a cambio de que los padres se declarasen culpables.

Los hechos se remontan a los meses de junio a octubre del 2014. El niño se apoderó de varias cantidades de dinero que los padres de un amigo guardaban en un cajón del despacho de una vivienda de Redondela. El hijo de los dueños invitaba al otro niño a su casa y este, aprovechándose de la confianza y amistad de su anfitrión, hurtaba en sus visitas cantidades superiores a 400 euros. En la última ocasión se llevó consigo un sobre que contenía 10.000 euros.

Los padres del pequeño le ayudaron a ocultar el botín a sabiendas de que era hurtado. No solo eso, si no que lo animaron a gastarse los billetes y lo acompañaban de tiendas a hacer compras de juguetes y aparatos de tecnología.

En concreto, con el dinero robado esa familia adquirió consolas, ordenadores, tabletas, juguetes, animales, ropa y bicicletas. Los padres también se aprovechaban de estas compras.

Videojuegos y cobayas

El 2 de octubre del 2014, el niño apareció en su domicilio con un sobre con 10.000 euros que había hurtado en la casa de su amigo y los padres le ayudaron a ocultarlo. Parte del botín fue devuelto a los perjudicados, por lo que la Fiscalía les benefició con la circunstancia atenuante de reparación del daño, lo que redujo su pena.

La pareja perjudicada recuperó varias de las compras que hizo la familia del niño. Entre el botín figuraban dos helicópteros teledirigidos, un bate de béisbol, unos auriculares, unos cascos, seis tabletas, un ordenador portátil, un televisor, dos patinetes, ropa deportiva, un balón de fútbol, zapatillas, un juego de la PlayStation, y una cobaya con jaula incluida. Lo que falta por recuperar tendrán que pagarlo.