El temor a las multas dispara la colocación de microchips a perros

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO

Ramón Leiro

La recién aprobada ley de bienestar animal endurece las sanciones a quien no tenga los canes identificados y el colegio provincial de veterinarios confirma que no paran de poner dispositivos

23 ene 2018 . Actualizado a las 12:11 h.

La recientemente aprobada Lei de Protección e Benestar dos Animais de Compañía en Galicia, que entró en vigor el día 11 de enero, cambia un buen número de cosas con respecto a la tenencia de animales. El texto legal generó polémica en algunas cuestiones y levantó simpatías en otras. Por ejemplo, todo el mundo parece estar de acuerdo en que es bueno que se hayan endurecido las sanciones para aquellos propietarios de canes que no les colocan el microchip. Esta práctica pasa a considerarse una falta grave y, por tanto, la sanción que conlleva va desde los 501 a los 5.000 euros, cuando antes de esta ley la cifra era muchísimo más baja.

El temor a las nuevas multas ya lo están notando los veterinarios: se ha disparado la colocación de microchips. Lo dicen en las clínicas de animales y lo confirman las elocuentes cifras del Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia de Pontevedra. Desde octubre del 2017 hasta mediados de este mes -la norma entró en vigor este mes, pero desde octubre ya estaba aprobaba- se pusieron un 45 % más de microchips a perros en la provincia que en el mismo período del año anterior.

«Vaya si se nota que cambió la normativa, pero a ver lo que dura. Quizás dentro de poco ya se calme un poco el temor a las multas y no se pongan tanto», dice Mario Crespo, que desde el año pasado regenta la clínica MCVet en Pontevedra. Colocar el dispositivo sale por unos 40 euros. Se incluye el alta en el registro autonómico y también el pasaporte necesario para que la mascota esté identificada.

«Está claro que las multas aumentaron considerablemente y que hay temor a esas sanciones», indican en Veterinario de Poio.

Cambian las razas peligrosas

Con la nueva ley aumentó la lista de razas potencialmente peligrosas. De esta forma, entraron en ella los bull terrier, que hasta ahora no lo eran. Por tanto, sus dueños tienen que hacer los requisitos oportunos para darlos de alta como perros potencialmente peligrosos. En las propias clínicas están avisando ya a los clientes que tienen perros de esta raza para que sean conscientes de la norma, que actualiza otro texto legal que era del año 1993.

También para los cazadores cambian las cosas. Es habitual que quien sale a cazar tenga en su propiedad más de cinco canes. Si es así, la nueva ley obliga a comunicar a la Xunta que se tienen esos perros, que constituyen una especie de perrera. El único requisito es comunicarlo, y la consellería no tiene que aprobar nada. Pero para vender un cachorro, algo habitual en el colectivo, sí que se debe solicitar la autorización del Gobierno gallego.

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Microchips en tres meses

Estos son los microchips a perros puestos en la provincia en los últimos tres meses.