Pasajeros vigueses denuncian el mal trato recibido en el aeropuerto de Oporto

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

Advierten que les hicieron pagar a toda costa después de haber pasado otras dos aduanas

13 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasajeros vigueses que hacían la ruta de vuelta Miami-Madrid -Oporto denuncian el mal trato recibido en el aeropuerto de esta última ciudad al regreso del puente. Los afectados fueron varios, pero quien ha decidido presentar una reclamación es Victoriano Veloso. Cree que no se puede tolerar la atención denigrante que recibieron él y su familia, en concreto por parte de una persona.

Todo empezó con una reprimenda por haber arrancado las pegatinas de las maletas. «Es una manía que tengo y, según ellos, no se puede hacer. Pero ya tenía el equipaje y para identificarme estaba el billete. Nunca me pasó tal cosa», comenta. Asegura que al pasar por la aduana del Sá Carneiro no tenían nada que declarar y que, sin embargo, les pararon empeñados en buscar algo, «lo que fuera», añade.

La cosa se puso peor cuando durante el registro de las maletas el vigilante encontró la caja vacía de un reloj. Fue entonces cuando, según el afectado, de malas maneras empezó a increparles y a preguntar por el paradero del reloj. Se trataba de un Rolex de segunda mano comprado en la joyería de un barco durante el crucero que habían hecho en el viaje.

«Le expliqué todo, lo que había costado, le enseñé la factura, pero no atendía a razones. Nos metió donde recaudan y se puso muy agresivo, nos trató como a delincuentes. Fue vejatorio», explica Veloso.

Ante la insistencia para que abonasen un 23 % del valor del reloj, el afectado contactó con su abogado, quien le recomendó pagar para evitar una multa y luego reclamar. El vigilante cambió su actitud por completo, tal como relata el ciudadano vigués: «Entonces nos dijo: ‘tienen que perdonar, vamos a empezar de nuevo’. En lugar de pagar una multa de 250 euros, nos la rebajó a 30 porque iban a decir que nos habíamos portado bien, cuando en realidad habíamos protestado por su actitud». Además de esta multa tuvieron que pagar 1.790 euros correspondiente al porcentaje del reloj.

Para Victoriano Veloso es increíble que después de haber pasado la aduana de Miami, donde les miraron con lupa el equipaje, y posteriormente la de Madrid, les hagan tributar por un reloj de segunda mano, que en ningún momento pretendían esconder, ya que de lo contrario se hubieran desprendido de la caja.

«Curiosamente entre todo los que estaban esperando para pagar no había ningún portugués. Éramos todos españoles, excepto un israelí. A otro español le hicieron pagar por ropa y un iPhone. Se me acabó el mito del trato que nos dispensan en Portugal. No es justo que tenga que pagar. En caso de tener que tributar tendrían que hacer un requerimiento y pagar en mi país», apunta. Confía en ganar la reclamación y alude a una caso similar ocurrido a George Clooney que acabó ganando.