Crean un cinturón cortafuegos para reforzar la seguridad en el entorno del lago Castiñeiras

Marcos Gago Otero
m. gago MARÍN / LA VOZ

VIGO

MARCOS GAGO

Se trata d un pasillo de cinco metros de ancho a cada lado de las carreteras libre de árboles

07 dic 2017 . Actualizado a las 11:04 h.

La creación de un cinturón sin árboles de cinco metros de ancho a cada lado de las carreteras de la parroquia es una de las prioridades que se ha marcado la comunidad de montes de San Xulián, especialmente en el entorno del lago de Castiñeiras. El presidente de los comuneros, Manuel Estévez, explicó que se trata de reforzar las medidas preventivas para proteger, en la medida de lo posible, las masas forestales de esta parroquia marinense ante la propagación de incendios en los bosques. Este colectivo está llevando a cabo los trabajos silvícolas a cuenta de sus propios fondos, según explicó el portavoz de los comuneros, que lamentó la escasa implicación de la Administración autonómica en la conservación de este paraje natural que, hasta no hace muchos años, figuraba entre las referencias turísticas de la provincia y actualmente está muy deteriorado.

La tala de árboles se está ejecutando en este momento en las pistas que rodean el recinto natural de Castiñeiras. Anteriormente se realizó la misma limpieza de los márgenes durante varios kilómetros a ambos lados en la carretera que sube desde Cadro hasta el recinto natural. Los trabajos continuarán hasta que se haya logrado crear este cinturón de seguridad con el objetivo de minimizar el avance de cualquier fuego potencial en el monte de San Xulián.

Hay que recordar que el lago de Castiñeiras conserva una de las masas de árboles de hoja caduca más grande de la comarca de O Morrazo. En su perímetro hay también una gran variedad de especies de árboles con las que esta comunidad y otras dos del entorno aspiró a crear un parque botánico -el proyecto no prosperó por falta de financiación ni apoyo institucional suficiente-.

Plaga en el roble americano

Las palas también entrarán en las próximas semanas en el recinto propiamente dicho del bosque de Castiñeiras. La intención es poder acometer trabajos de naturaleza fitosanitaria para frenar el avance de plagas en los árboles, según matizó Estévez. Concretamente los comuneros tendrán que actuar, en un programa a varios años, en el recinto arbolado de mesas y barbacoas, situado al norte del recinto forestal. Este es un ámbito donde crecen principalmente ejemplares de roble americano. Sin embargo, la plaga de la tinta los ha afectado y su estado de salud es bastante precario.