El nuevo plan de museos de Vigo: arte gallego al Marco y contemporáneo al Verbum

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

El Concello quiere aprovechar el relevo en la dirección para una redefinición total

26 nov 2017 . Actualizado a las 21:42 h.

El patronato del Museo de Arte Contemporánea de Vigo se reúne mañana en el momento de mayor incertidumbre que ha atravesado desde que se creó el Marco en el año 2002. La fundación, de la que forman parte el Concello, la Xunta y el Ministerio de Cultura certificará el cese de su director, Iñaki Martínez Antelo. Pero el futuro del museo va más allá de los nombres y el gobierno local ya tiene un plan para redefinir tanto el Marco como todos los museos de los que es propietario el Concello.

Ese plan pasa por convertir el edificio de la calle del Príncipe en una gran pinacoteca de obra gallega, según fuentes municipales. El Ayuntamiento es propietario de una nutrida colección en la que destacan los llamados pintores renovadores. Son nombres como Laxeiro, Colmeiro, Seoane o Maside, entre otros. Parte de esa colección está ahora en el pazo Quiñones de León, en Castrelos. Otra buena parte está en el propio edificio de la calle del Príncipe, concretamente en el sótano, que el Concello utiliza como almacén de arte. Podría también captar obras en depósito.

Claro que eso obliga a que la antigua cárcel y antiguo juzgado deje de albergar el Museo de Arte Contemporánea. En el ámbito artístico ha cundido la preocupación por el silencio que ha mantenido el gobierno local sobre el futuro del Marco en los últimos años, y más desde que hace un año el director anunció que no optaría a renovar su contrato cuando venciese, lo que ocurrió el lunes. Esa inquietud existe y los colectivos que defienden el Marco han trasladado unas 6.000 firmas al gobierno local.

Pero, según fuentes municipales, el gobierno local no quiere renunciar a tener un espacio para el arte contemporáneo, aunque no será en el privilegiado edificio de la calle del Príncipe. El plan de redefinición de los museos municipales contempla trasladar el concepto del Marco al actual Verbum, en Samil.

La Casa das Palabras es un espacio cultural que en este momento solo consume recursos. Según lsd cifras oficiales, esa instalación, diseñada por el arquitecto César Portela, ingresó 1.608,60 euros el año pasado por venta de entradas y su coste -mantenimiento, servicios y personal- se eleva a 378.000 euros. El Concello ha intentado en los últimos años fomentar las visitas, pero no lo ha conseguido.

El gobierno local ya ensayó distintos usos para el Verbum con la exitosa exposición Emporium, que hacía un recorrido por la historia de Vigo desde el punto de vista del comercio. En vista del tirón y del gran aparcamiento con que cuenta la actual Casa das Palabras, el Concello lo ve como un buen espacio para albergar el arte contemporáneo e incluso hacer actuaciones o performances al aire libre. Otra cosa es si estando en Samil el nuevo Marco consigue tener tantos visitantes como el resto de museos municipales juntos: 89.000 el año pasado.

Estos son los principales cambios de concepto en los museos de la ciudad, según el plan de redefinición que tiene previsto el gobierno local. Pero, según fuentes del Concello, no se limita a estos espacios. El plan contempla realzar el valor de Castrelos en el mundo de la arqueología, un campo que actualmente apenas se puede conocer en Vigo de manera integral si no es en los yacimientos, como Salinae o Toralla.

El espacio cuya función puede quedar más en el aire es la pinacoteca Francisco Fernández del Riego, que promovió el BNG. Con el cambio, se usaría para exposiciones temporales.

Un solo director para gobernarlos a todos

El Concello de Vigo es propietario de muchos espacios expositivos, pero no existe una red museística que funcione de manera integrada. Cada espacio va por libre, aunque en última instancia todos acaben dependiendo de la concejalía de Cultura. La estrategia del gobierno local pasa por crear esa red. Y una pieza clave de esa filosofía es encontrar un coordinador único, de forma que las exposiciones que cada museo tenga en marcha puedan estar relacionadas entre sí, pero que su contenido no se pise.

De ahí que, según fuentes del Concello, el presidente del patronato de la Fundación Marco, que es el alcalde, no tenga previsto proponer a un nuevo director para el Marco en la reunión de mañana. Porque la idea que maneja el equipo de Abel Caballero es más ambiciosa. Sus planes pasarían por nombrar a un director que, a su vez, tenga atribuciones para, de alguna manera, coordinar todos los espacios expositivos de la ciudad.

Pero ese no es un cambio fácil en la coyuntura actual. La Xunta ha anunciado que no acudirá a las próximas reuniones del patronato en vista de la indefinición que, en su opinión, mantiene el Concello con respecto al futuro del Marco. Incluso ha reclamado que convoque un concurso para nombrar al nuevo director.

La Xunta aporta ahora 100.000 euros al Marco, y Concello, 605.000. Al principio el Gobierno gallego daba 320.000 euros. Pero el Ejecutivo autónomo tiene el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), que se abrió en Santiago en 1993, y ahora tiene que gestionar también la Ciudad de la Cultura, que no existía cuando el Marco abrió sus puertas, exactamente el mismo día que el Prestige naufragaba.