Alejos y Cronau, «el capitán y la jefa» del irreverente Amfiv

VIGO

M.MORALEJO

El matrimonio que forman el vigués y la australiana, claves en el equipo, vive su segundo curso en el club

23 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El es el capitán y ella, «la jefa». Así habla el jugador del Amfiv de baloncesto en silla de ruedas del tándem que forma con su compañera de equipo y de vida, su esposa, Shelley Cronau. El regreso de la joven australiana al equipo el pasado fin de semana hizo que los cinco fantásticos se tornaran en seis, un plus para un equipo que ya se ha especializado en superar dificultades este curso y que con ella, que regresaba tras estancia con la selección y posterior lesión en un dedo, volvieron a ganar.

Cronau y Alejos llegaron en el verano del 2016 al equipo donde él se formó. Se conocieron jugando en Australia y se hicieron inseparables. Después de pasar varios períodos vacacionales juntos en Vigo, dieron el paso de volver a la casa de él, donde ella segura que está adaptada a la perfección. «Es mi segundo año y me encuentro muy feliz en Vigo. Me adapté bien desde el principio y ahora estoy yendo a clases y mejorando con el idioma», señala la joven. Su pareja lo constata: tan adaptada está, dice, que es en cierta medida «la que tiene el mando del equipo». «Se adaptó muy bien desde el principio, ¡es la vicecapitana!», dice el baloncestista vigués entre risas.

Aseguran que sobre la pista tienen la misma complicidad que fuera. Para lo bueno y para lo malo. «No verás un partido en el que no haya algún momento en el que discutamos. Nos decimos las cosas directamente, pero sin más», señala con naturalidad. Pequeños roces que se quedan en el terreno de juego porque, recuerdan ambos, ya son muchos años juntos y se conocen a la perfección. «Nos apoyamos el uno al otro, pero cuando metemos la pata también nos lo decimos», comenta él. Y ella añade: «Cuando te casas con alguien es porque te entiendes con esa persona. En nuestro caso, en la cancha y también fuera».

También comparten ambición

Tanto Alejos como Cronau apuntan alto cuando se les pregunta por los objetivos de esta temporada, pero al mismo tiempo aseguran que nada ha cambiado por el hecho de que el inicio de Liga haya sido tan bueno a pesar de las adversidades que han ido surgiendo. «Las aspiraciones no han cambiado: mantenernos, conseguir la estabilidad del club y llegar lo más arriba posible», comentan. Y eso significa no renunciar a ganar algún título como ya hicieron el curso pasado, aunque no pasan por alto la dificultad del reto.

El secreto que les llevó a conseguir ese hito en la historia del club fundado por Pablo Beiro es el mismo que ahora les ha llevado a salir adelante con nota pese a disponer de solo cinco jugadores que con Shelley con seis. «La unión entre los jugadores es muy fuerte. Nos conocemos todos, nos llevamos bien, en los viajes nos vamos juntos a cenar y a dar una vuelta... Y está claro que cuando ves que en estas circunstancias vas ganando partidos cuando el año pasado perdías algunos de 20, te da alas», comenta Agustín.

Shelley, por su parte, vivió con tristeza no poder ayudar al equipo durante las semanas que estuvo ausente, pero también con la satisfacción de ver cómo sus compañeros lo sacaban adelante. «Sentía mucho no poder ayudar al equipo. Sabía que me tenía que recuperar cuanto antes para poder ayudar al equipo. El regreso fue fantástico», dice sobre el triunfo ante el Illunion.

Ninguno de los dos había tenido antes la experiencia de disputar partidos con tan pocos jugadores disponibles. Pero han conseguido que no les pase factura. «Acabas los partidos cansado, pero la preparación física de la semana es muy buena y se ha notado», celebra Agustín. Esta semana se miden al líder invicto. Un reto complicado que con el capitán y la jefa, más el resto de magníficos, no tiene por qué ser imposible.