«Sumamos más del 21 % del PIB gallego, somos la espina dorsal de la industria»

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Mallón afirma que el sector del metal necesita «que tiren Barreras y Vulcano para mejorar las cifras de empleo»

04 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Asime, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia, está de aniversario. Cumple 40 años. Con tal motivo, prepara una celebración a la altura de tan redonda cifra. No será pequeña ya que, como recuerda su secretario general Enrique Mallón (Buenos Aires, 1974), «representamos más del 21 % del PIB gallego, somos la espina dorsal de la industria. Hemos pasado de 170 firmas hace 15 años a más de 600 en la actualidad y englobamos sectores tan estratégicos como la automoción, el naval o la construcción».

-¿Puede darse por superada la crisis en todos esos sectores?

-La automoción ha resistido mejor que ninguna otra actividad, no solo por el tirón de PSA sino también por otras marcas. La apuesta por la diversificación, tanto de producto como de mercados, ha sido determinante. De hecho, las más de 200 empresas de automoción que hay en Asime no destinan más del 30 % de su producción a PSA. En el naval también hay una mejoría clara. Por primera vez en mucho tiempo todos los astilleros de la ría tienen actividad, pero queda mucho camino por recorrer porque apenas estamos al 40 % de la capacidad productiva total. Necesitamos que tiren Barreras y Vulcano, los grandes, para mejorar las cifras de empleo. De los 11.000 puestos de trabajo que generaba el naval en la ría ahora estamos en solo 4.200. Con todo, el 2017 está siendo un año de recuperación.

-¿Cuáles son las fortalezas del metal gallego?

-La principal, la experiencia acumulada en el diseño y fabricación de productos muy complejos. No hay que olvidar que hay empresas que han participado en el diseño de la Ópera de París, en la construcción del puente de Rande, del estadio de Wembley o el aeropuerto de Londres, y que han sacado modelos tan competitivos como los de PSA. Somos muy capaces. Otra fortaleza es la cercanía al mar. Una buena gestión portuaria nos permite participar de la gran tarta mundial.

-¿Y las debilidades?

-La ausencia de programas formativos adecuados, acordes con las necesidades de un sector tan cambiante como es el industrial. El precio del suelo también nos ha afectado mucho en la última década.

-Tanto que propició un interminable éxodo al norte de Portugal.

-Sí, pero hay que reconocer que ninguna empresa cerró aquí para instalarse allí, lo que sí se han hecho son inversiones en otros países, no solo en Portugal, también en Marruecos. Desde Asime llevamos más de cinco años denunciando la escasez y alto precio del suelo. En algunas ocasiones no ha sentado bien la denuncia, pero la realidad era esa. Hoy reconocemos que está cambiando, hay una mayor implicación de las administraciones, tanto local como autonómica, y también de la Zona Franca. Han visto que las empresas se iban. Administraciones, empresas y sindicatos tenemos que facilitar la implantación de nuevas compañías y la inversión de las que ya hay.

-Hablando de sindicatos, ¿no tendrán queja de la paz social?

-Ninguna. Hay un diálogo permanente. En los últimos 30 años ha habido dos conflictos de cierta dimensión, por tanto no se puede decir que sea un sector conflictivo. Tenemos que agradecer a los agentes sociales que se mojen, que participen y que firmen acuerdos. La subida salarial ha sido acorde a la situación de leve recuperación.

«Las patronales no pueden ser un lugar para colmar intereses individuales»

Asime siempre ha hecho bandera de su independencia y autonomía -«nos gusta llamar a las cosas por su nombre», dice Enrique Mallón- no solo política, también en relación con las organizaciones empresariales en las que participan. Los desacuerdos con la CEP a raíz de las últimas elecciones en el seno de la patronal pontevedresa los pusieron negro sobre blanco en varias denuncias. Ahora también dejan claro que no les gusta lo que está pasando en la CEG. «No están siguiendo los principios que rigen el funcionamiento de una empresa modelo».

-¿Cuáles son esos principios?

-Rigurosidad, seriedad, sacrifico y solidaridad. La imagen que se está dando no es buena. Algunas organizaciones ya estamos cansadas de esta situación. Asime ha querido participar de un cambio en la mentalidad, en la dinámica y los servicios que deben prestar. Algunos lo han entendido y otros no, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que estamos viendo es una pérdida de prestigio y de fuerza. Las organizaciones empresariales no pueden ser un lugar para colmar expectativas o intereses individuales. No acusamos a nadie, pero esa no es la filosofía de Asime. Hay un descrédito que va creciendo y que nos perjudica a todos.

-¿Les preocupa lo que ocurre en Cataluña?

-Por supuesto. Tenemos una vinculación muy importante con Cataluña. El 15 % de la cifra de negocio depende de esa comunidad, sobre todo en automoción, metalmecánica, ingeniería e infraestructuras. Seguimos el conflicto con tristeza. Nuestro mensaje es de total respeto a la ley, a la Constitución. Los nacionalismos radicales no conducen a nada. Mirarse el ombligo no es una buena solución. Lo estamos viendo cada día.