Las sanciones a terrazas sacan a la luz más de 20 denuncias por ruido de noche en Montero Ríos

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La asociación Alameda señala que presentó escritos al Concello ante la imposibilidad de los vecinos para conciliar el sueño

28 sep 2017 . Actualizado a las 17:54 h.

Sin pegar ojo o, en algunos caso,, recurriendo a medicación para poder dormir aunque sea unas horas durante las noches de cada fin de semana en invierno o durante más días en los meses de verano. Este el escenario que denuncian los vecinos de la avenida de Montero Ríos y la calle Arenal que están agrupados en el colectivo Alameda. Según añade su presidente, Enrique Montenegro, «hemos presentado varias decenas de escritos protestando por la situación insoportable que se genera, y que como consecuencia principal no nos deja dormir».

Montenegro añade que sienten impotencia, sobre todo por las personas mayores que residen en el entorno. «La situación, en algunos casos de vecinos de avanzada edad, es crítica ya que no pueden dormir de noche y han entrado en un trastorno de sueño que no les merece la pena», explica Montenegro, que también habla en primera persona cuando relata el cansancio que arrastran otros compañeros de la asociación vecinal que encabeza. «Solo yo he presentado quince escritos en el Concello durante los meses de verano, pero por desgracia no hemos tenido respuesta alguna», relata el representante vecinal, que añade: «Todavía estamos esperando a que el señor alcalde nos reciba, pero visto lo visto parece que tendremos que seguir esperando».

Esperando el invierno

Montenegro reconoce que los meses en los que el mercurio toca fondo son los de mayor tranquilidad para él y el resto de asociados al citado colectivo. Añade que durante esos meses la presencia de clientes en las terrazas -alude casi siempre a las que acaban de ser sancionadas por la Xerencia de Urbanismo- es mucho menor, lo que facilita la conciliación del sueño: «El problema llega en primavera, en verano principalmente e incluso perdura en otoño al tener un clima cálido, como en estas semanas».

Las quejas van a más allá cuando se mencionan las consecuencias derivadas del botellón. Los vecinos reiteran que la acumulación de basura en los portales, incluso dentro de los mismos, es la tónica general cada fin de semana, o, incluso, los jueves. «Resulta vergonzoso que nadie haga nada y que esa sea la imagen que se deja de la ciudad. Más vergonzoso resulta que no se atiendan nuestras quejas sobre la situación tantas veces denunciada, lo que demuestra inacción».

Las situaciones puesta sobre la mesa por la asociación vecinal Alameda conllevan que, en más de una noche, algunos vecinos tengan que recurrir a amigos o familiares para dormir en sus casas. «Si queremos descansar es lo que nos queda, estamos desprotegidos y soportando un abuso que no nos merecemos. Somos unos vecinos más y pagamos nuestros impuestos, pero la paciencia se nos acabó hace tiempo. La sensación es principalmente de impotencia, ya que nos sentimos desprotegidos y a expensas de que la sociedad que disfruta de su tiempo libre se comporte de forma cívica para que nosotros podamos descansar. Pero, por desgracia, es muy poca la gente que tiene respeto por el tiempo de descanso ajeno».