El Sergas penaliza con medio millón a la concesionaria del Cunqueiro

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Reduce el dinero que le paga por los servicios no clínicos por falta de calidad

20 sep 2017 . Actualizado a las 00:48 h.

El nuevo hospital de Vigo sigue un modelo único en Galicia: la sanidad es competencia del Sergas, todo lo demás es competencia de una concesionaria. Esta empresa es la que se encarga de las explotaciones comerciales (la cafetería, el párking...) y también de contratar los llamados servicios no clínicos, que son necesarios para que el hospital funcione, como la limpieza, la restauración, la lavandería y otros, hasta un total de doce. Por ello, cobra del Servizo Galego de Saúde un canon anual de 68 millones de euros (56 más el IVA). Una oficina del Sergas vigila por que la calidad de todos esos servicios que presta la concesionaria sea la adecuada y, si no, le impone penalizaciones.

Esas sanciones sumaron 485.000 euros desde que se completó el traslado al Cunqueiro, en septiembre de hace dos años, hasta finales del 2016. Esa es la cifra que reconoce la empresa concesionaria, Novo Hospital de Vigo S.A., en sus cuentas anuales, a las que ha tenido acceso La Voz. Fueron 189.000 euros en los tres primeros meses de vida del hospital y 211.000 en los doce siguientes, a los que hay que sumar el IVA. Son cantidades que se restan de manera automática del dinero total que la sociedad concesionaria cobra del Sergas.

Los principales problemas, aquellos que hacen perder -o dejar de ingresar- más dinero a la concesionaria, tienen que ver con la limpieza. Se trata de un servicio muy delicado, porque no solo tiene que ver con la imagen general del hospital y con su higiene, sino que, además, debe seguir las indicaciones del servicio de medicina preventiva para desinfectar zonas delicadas como los quirófanos o la uci. La oficina técnica de seguimiento hace inspecciones para controlar que se cumplen los parámetros pactados. Aproximadamente un tercio de las penalizaciones tiene que ver con la limpieza.

El segundo servicio que recibe mayor penalización es el de lavandería y lencería, que se ocupa de higienizar las sábanas de las camas, pero también los uniformes del personal, cuya carencia ha sido una queja constante desde que abrió el hospital.

Los servicios de mantenimiento y restauración son otros de los importantes. En este último fue uno de los más criticados por los pacientes. Hasta mediados del 2016 la empresa encargada de dar de comer a los pacientes era Serunión; en ese momento, el Sergas obligó a la concesionaria a cambiar a la empresa y fichó a Arcasa. Las reclamaciones de los pacientes bajaron. Para el resto de servicios las penalizaciones son menores.

Pero la concesionaria, una sociedad que lidera Acciona y que completan Puentes y Calzadas, Veolia (antes Altair) y Concessia, no pierde. Porque, según se deduce de su propio informe de gestión, a su vez transmite la penalización a las empresas que tiene subcontratadas para que presten el servicio. La sociedad recibe 32,2 millones de euros cada año por la gestión de los servicios no clínicos, a los que se restan las penalizaciones. El resto del canon, hasta 68 millones, es el modo del Sergas de devolver el coste de la construcción del hospital, algo por lo que no tuvo que hacer ningún desembolso hasta que el Álvaro Cunqueiro abrió sus puertas.

 

La sociedad declara un beneficio de 1,3 millones de euros

El Hospital Álvaro Cunqueiro abrió sus puertas en el 2015. La concesionaria empezó a cobrar en septiembre. Por tanto, el primer año completo para la sociedad concesionaria con el negocio a pleno rendimiento fue el 2016. Y ese primer año, la unión de empresas que lidera Acciona declaró un beneficio neto de 1,3 millones de euros y una facturación de 50,7 millones. Esto quiere decir que, aproximadamente, 2,5 euros de cada 100 que recibe se convierten en beneficios. La sociedad nunca declaró pérdidas, pero hasta ahora sus ingresos los componían el dinero ingresado por los socios y por los bancos en forma de créditos.

Descuentos al personal: 400.000 euros

Los profesionales del Cunqueiro tienen precios bonificados tanto en la cafetería -tienen una tarjeta que los identifica- como en el aparcamiento del hospital -un bono mensual de 30 euros-. El Sergas paga por ellos 395.000 euros a la concesionaria, que se suman al dinero que esta ya ingresa por el canon.