Las obras de Rande, a vista de pájaro

VIGO

LVG

Desde la corona de uno de los pilares se observar que restan 50 metros para que los extremos de los nuevos carriles se unan

07 sep 2017 . Actualizado a las 19:47 h.

Las obras de la ampliación de Rande impresionan al circular por la infraestructura más característica de la AP-9 y al observarlas desde ambas orillas de la ría, pero todavía resultan más llamativas al ver el estado de los trabajos desde lo alto de uno de los pilares del puente. La perspectiva obtenida desde la corona de la estructura central permite observar como en el tramo sur, el más próximo a Vigo, acaban de enlazar las obras que partieron de la orilla de Rande y los trabajos del centro del puente. El carro metálico que ensambla las dovelas ya se asienta en sus dos extremos sobre hormigón y restan 25 metros para concluir los nuevos tableros. En la cabecera, norte los trabajos están menos desarrollados, pero restan tan solo unos 50 metros para que los dos extremos de la ampliación en ese tramo se unan.

Pese a que las condiciones meteorológicas de los últimos días son óptimas en la zona, el viento resulta muy perceptible a los 118 metros de altura en la que se llevan a cabo los trabajos de colocación de los 80 nuevos tirantes que sujetan cada una de las dovelas que recorren el puente por el exterior de sus columnas originales para armar la estructura de los futuros carriles.

M.MORALEJO

La visión a vista de pájaro de las obras permite observar el nuevo perfil del puente sobre la ría, que cuenta ya con una sucesión de escuadras metálicas que sujetan los carriles de nueva construcción con el tablero en uso desde 1981. La nueva semblanza de la infraestructura se completa con el remate superior del puente, que cierra la anterior forma de portería de rugbi con una estructura metálica y redondeada, que es acompañada también por los tirantes que se van tensando a medida que avanza la obra, siendo ambos elementos de color blanco en lugar del negro que caracterizaba a los cables originales. 

Los trabajos se llevan a cabo sin interrumpir el tráfico, el cual es perfectamente perceptible desde el punto de vista de los trabajadores que operan en las coronas de los pilares y en las dos grandes grúas que mueven las piezas desde las barcazas que las transportan hasta el mismo puente. 

En total trabajan cuatro equipos en la colocación de las dovelas, uno en cada extremo de los dos nuevos carriles, paso que está siendo acompañado desde el comienzo por el hormigonado de la estructura y la colocación de las barreras y vallas laterales a medida que se incrementa la dimensión de la calzada. Cuando estén concluidos los nuevos tableros por los que discurrirá el tráfico entre Vigo y O Morrazo, se procederá al hormigonado, y además se ubicarán los tres pasos de emergencia que conectarán a cada lado los carriles actuales con los nuevos para dar salida al tráfico, exclusivamente en caso de emergencia y corte de algunos de los pasos.