Instalaron dos casetas para que los visitantes preparen su comida
12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los visitantes que se acerquen al lago de Castiñeiras, en Marín, pueden volver a asar en este paraje natural después de que el Concello inaugurase ayer dos espacios homologados para cocinar en este ámbito forestal. Este es uno de los escasos lugares naturales de Galicia donde se puede asar en el verano, tras la prohibición de esta práctica a nivel estatal tras un mortal accidente en Guadalajara en el 2005. El veto a asar en el lago agudizó su deterioro, ya que muchas personas dejaron de pasar el día en este entorno, donde el asado de la comida del día al aire libre era uno de sus atractivos.
Los nuevos asadores se ubican en dos puntos del parque, uno a la entrada junto al lago y el otro cerca del cruce del vial que sube a Cotorredondo. Se trata de estructuras de piedra, con cuatro parrillas cada uno, tapados y con unos muretes de piedra que impiden la dispersión de ceniza y de chispas. El modelo cuenta con el visto bueno de las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural. La obra se acometió con una subvención de Turismo de Galicia. Estos dos espacios habilitados y cubiertos son los únicos autorizados para cocinar en el ámbito emblemático de los montes de O Morrazo.
Al acto inaugural acudieron la alcaldesa, María Ramallo, así como los presidentes de las comunidades de montes de San Xulián y San Tomé, Manuel Estévez y Daniel Rosales.
Mejora del lago
La regidora marinense, la popular María Ramallo, explicó que el gobierno local está gestionando ante Augas de Galicia la forma de recuperar el propio lago de Castiñeiras. En estos momentos, el estanque afronta dos problemas básicos. Por un lado, la escasez del aporte de agua, causado por la prolongada sequía y que ha hecho que gran parte del vaso se encuentre casi seco. De hecho, se puede ir andando sin apenas mojarse desde la orilla del lago hasta el pequeño islote que habitualmente está rodeado de agua. El segundo problema se debe a las filtraciones de la presa y carretera que contienen el vaso. Su deterioro impide que el lago preserve el agua con normalidad y acelera su secado.
La regidora indicó que se está hablando con varios departamentos de la Xunta para que se elabore un informe sobre cómo actuar a la hora de poner fin a la fuga de agua por el mal estado de la presa. También se valora la viabilidad de la limpieza del propio vaso, que ahora que está casi seco, deja a la vista la conveniencia de retirar lodos y mejorar su estructura. Además sería una buena oportunidad para retirar fauna invasora como carpas y galápagos de Florida, arrojados al agua por personas que se quisieron deshacer de ellos.
Cabe recordar que representantes de la Xunta, en visitas al lago en estos años, anunciaron en varias ocasiones estos trabajos, sin que se llegasen a realizar.