Las oposiciones para entrar en el instituto armado se celebran este fin de semana en la Universidade de Vigo
09 jul 2017 . Actualizado a las 00:57 h.Un total de 2.382 gallegos quieren ser guardia civiles. Y este fin de semana se juegan su futuro en las oposiciones que se celebran en Vigo. La Facultad de Empresariales del campus de As Lagoas-Marcosende acogió ayer a la mitad de ellos y hoy domingo concurrirán el resto. El instituto armado busca personas preparadas y con vocación. «Todavía hay mucha gente que se presenta con un interés vocacional, pero también es cierto que desde hace años lo hacen por un sueldo fijo», afirma la capitana Alicia Sánchez. «Mucha gente empieza con esa idea y luego, a base de conocerlo, aprende a amar el trabajo que realiza y convirtiéndolo en un estilo de vida», añade.
Los aspirantes proceden de todos los puntos de la comunidad. Hay 886 de Pontevedra, 724 de A Coruña, 426 de Ourense y 366 de Lugo. No lo tienen fácil. En toda España son 36.743 los candidatos, que ayer comenzaron también a examinarse de manera simultánea en 16 sedes del país. Hay quien se presenta para ver si hay suerte y otros acuden después de muchas jornadas de estudio. Entre todos los que se examinan, hay 28 con un doctorado, 1.247 con máster universitario, 4.430 son licenciados y 2.034 diplomados. Todos compiten por alguna de las 903 plazas en los centros de formación de la institución que les permitirá empezar a cobrar un salario. De esta forma, ingresarán en la escala de cabos y guardia civiles, pero aún tendrán que pasar por un período de un año de prácticas.
«El examen ha sido complicado, pero si estudias lo sacas bien»
Los opositores se sometieron ayer a unas pruebas para entrar en la Guardia Civil que no resultaron fáciles, a juzgar por los comentarios que realizaron en el paréntesis que tuvieron al mediodía. Tuvieron que responder a cuestionarios de conocimientos, ortografía e idiomas. Tras una primera criba, los próximos seleccionados deberán realizar pruebas de aptitud física y psicotécnica, y pasar por una entrevista personal. «Fue complicado, pero si estudias lo sacas bien», afirma Sonia Ageitos, una de las opositoras que llegó de Boiro. Es la segunda vez que se presenta a las oposiciones y reconoce que lo hace porque le gusta «el cuerpo y ayudar a la gente». Ampliar el rango de edad desde los 31 a los 41 años para poder presentarse ha hecho recuperar la esperanza a muchos aspirantes que ya lo daban todo por perdido. Es el caso de José Manuel Vara, que con 32 años ayer se presentó por tercera vez. «Soy topógrafo, desempleado y esto es una buena oportunidad», dice.