El Cunqueiro hará un plan para bajar la espera en la cirugía de la obesidad

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

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Más de 200 personas están pendientes de una intervención bariátrica

06 jul 2017 . Actualizado a las 13:23 h.

El cirujano Enrique Casal acaba de jubilarse y, por lo tanto, ha abandonado la jefatura del servicio de cirugía general y digestiva del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). El mando lo ha asumido la doctora Isabel Otero, una cirujana de larga trayectoria en ese servicio, dentro del cual dirigía hasta ahora la sección de cirugía esófago-gástrica y bariátrica. Su nombramiento se comunicó ayer al personal de los hospitales de Vigo.

Isabel Otero se marca varios retos como jefa del servicio de cirugía general, que está entre los que realizan más actividad quirúrgica en los hospitales. Uno de ellos tiene que ver con mejorar la asistencia a los pacientes que se someten a la cirugía bariátrica, la técnica para tratar a los enfermos de obesidad mórbida. «Actualmente ya tenemos muy buenos resultados y no queremos que la calidad descienda», asegura la cirujana, «pero podemos reducir la estancia hospitalaria y operar más», argumenta.

Su idea es montar una especie de vía rápida. De esta manera, el paciente de obesidad mórbida que va a ser operado podría ingresar en el mismo día de la operación. Ahora suele llegar al hospital el día anterior a la intervención. También podría irse del hospital antes. Para ello, sería necesario coordinar las pruebas que necesitan los cirujanos con su propio trabajo. «Tenemos una estancia media de entre cinco y seis días. Así se podría reducir incluso en dos», dice la nueva jefa de servicio, que asume el mando hasta que la plaza se convoque formalmente.

El problema de la cirugía bariátrica es la alta demanda. «Tenemos tan buenos resultados que también tenemos mucha demanda», dice Otero. Actualmente hay más de 200 personas esperando una operación. Si los pacientes están menos días ingresados, se puede operar a más.

Pero la cirugía bariátrica ya ha vivido un avance desde que se abrió el Hospital Álvaro Cunqueiro. «Antes éramos dos cirujanos en la unidad y ahora somos cuatro», dice Isabel Otero, «así que desde que llegamos al Cunqueiro [en septiembre se cumplirán dos años desde la apertura de los quirófanos] casi hemos duplicado el número de intervenciones».

Después de muchos años promoviendo la cirugía bariátrica, Otero tiene claros sus beneficios e indica que, además, «todos los endocrinólogos se han convencido de que es la única alternativa a la obesidad mórbida» en pacientes que no bajan de peso, porque consigue evitar enfermedades asociadas.

Pero la cirugía de la obesidad es solo una parte del servicio que ahora asume Isabel Otero. El futuro, dice, va por la laparoscopia, esa técnica que permite operar por una pequeña incisión y que evita la cirugía abierta y los riesgos que esta tiene asociados. Las operaciones oncológicas también tienen un papel cada vez más relevante.

Mayor papel al Meixoeiro

El servicio de cirugía general y digestiva tiene una unidad de coloproctología que es puntera en toda España. Además de esa y la sección de esófago-gástrica y bariátrica, tiene otra endocrinológica, otra unidad de pared abdominal y la unidad hepato-biliar-pancreática. El equipo lo componen 29 cirujanos y nueve residentes. Otero considera que se debe potenciar el papel del Meixoeiro en toda está estructura. «Podemos llevar más complejidad allí, como han hecho los urólogos y los traumatólogos».

Enrique Casal dirigió la cirugía general del Meixoeiro desde los inicios de ese hospital. En el 2011 se fusionó con el servicio del Xeral y asumió las riendas.