Se turnaron para no descuidar el servicio
01 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.Unos cuarenta inspectores y agentes de la Policía Nacional, que se encontraban fuera de servicio, se encerraron el 1 de junio de 1987 en la Casa de la Cultura, actual Casa Galega da Cultura, para reclamar la equiparación con el resto de los funcionarios del Estado, fundamentalmente por lo que se refiere a las cuestiones económicas. En el encierro se fueron turnando los policías que salían de servicio, mientras que los que entraban lo iban abandonando, con el fin de no desatender las tareas propias de este cuerpo.
Pedían la equiparación de salarios base con la función pública, una homologación de escalas al alza y no los complementos personales transitorios, que calificaban de «engañosos y falsos».
En el encierro participaron miembros de los sindicatos SPP, SPPU, ASIP y ANPU. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) no secundó aquella acción, que también se estaba produciendo en otras ciudades españoles, siempre sin que el servicio policial se resintiera.