Medio centenar de personas asisten al acto amenizado por Carlos Núñez, en el que revitalizó las cantigas medievales al fusionarlas con la muiñeira tradicional
20 may 2017 . Actualizado a las 18:22 h.Medio centenar de personas han asistido esta mañana a la conmemoración de los 40 años de la existencia de los Premios da Crítica Galega, que trataron de reconocer los mejores trabajos e iniciativas del momento en Galicia. Entre los presentes estuvo el editor Bieito Ledo, presidente de los premios y fundador y que puso en boga la palabra «afouteza», tan usada ahora en el mundo futbolístico.
Una de las intervinientes recalcó que, con el paso de las décadas, los jurados se volvieron paritarios y la mujer ganó visibilidad.
Entre los asistentes estuvieron el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el conselleiro de Cultura, el pintor Antón Pulido, el editor de Xerais, Manuel Bragado, el presidente de la Real Academia Galega, Freixanes, el director de la TVG, Alfonso Sánchez, y otras autoridades culturales.
Bieito Ledo indicó que estos premios «deron voz aos sen voz» y recordó que la mayoría de las autoridades gallegas presentes en la
sala no existían cuando él y otros promotores impulsaron en 1978 los premios en una cena de gala en la que cada comensal pagaba 800 pesetas (5 euros). Fue así como comenzaron los premios de la crítica en el circulo orensán vigués. Esa institución era un «fervedorio» de actividades culturales, artísticas y de cursos formativos en una época en la que reclamaban un estatuto de autonomía para Galicia o se hacía una crítica de la realidad vigente. La realidad más dura llegó cuando los obreros de Ascón irrumpieron en la gala para pedirles solidaridad.
«Nestas catro décadas pasamos de cinco a oito xurados», dijo. Entregaron 250 estatuillas con la figura de Martín Códax diseñadas por el fallecido Isaac Díaz Pardo. En los premios participaron mil personas como jurados.
En el acto se proyectó un documental realizado por la TVG con guión e dirección de Xosé Manuel Vega. Se señala que los premios surgieron como una muestra más de la modernidad y un «proxecto de país de persoas xenerosas». Voces en el documental calificaron de «acontecemento cultural», «no eran antisistemas pero sí incómodos«.
El premiado Carlos Núñez amenizó la ceremonia con la reconstrucción de una cantiga medieval recopilada por Alfonso X el Sabio. Nuñez dijo que tenía «lembranzas» de la «Galicia culta» que bullía en los años en los que se crearon los premios de la crítica. También contó cómo dio vida a los viejos instrumentos medievales que estaban desperdigados por los museos y con los que ha podido reconstruir las cantigas mediante su fusión con la tradición gallego, caso de la muiñeira. Elogió la idoneidad del violín de tipo fídula, un invento gallego con 800 años de antigüedad muy adecuado para los niños y que serían fáciles de imprimir en 3D.
Los próximos premios se entregarán en noviembre. El jurado no es remunerado y actúa a título honorífico.