Inspección de Trabajo investiga la situación del servicio tras una denuncia sindical
04 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los alrededor de 115 efectivos en activo del servicio de bomberos realizaron hace cuatro años 10.329 horas de trabajo fuera de su jornada ordinaria, lo que supone una media de 90 por funcionario. Cuatro años después, durante el 2016, la cifra de horas alcanzó las 28.306, lo que casi las multiplica por tres. La media por bombero llega ahora a 246, aunque no es lo mismo en todos los casos ya que hay profesionales de este cuerpo que no quieren realizar jornadas a mayores.
El estudio realizado por la sección sindical de la CIG en el Concello vigués analiza de manera pormenorizada la distribución de horas por persona y también según la categoría profesional. Este sindicato, junto con Comisiones Obreras, ha puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo el elevadísimo número de horas a mayores de este cuerpo, proporcionalmente el mayor de todo el Concello.
La denuncia sindical pretende forzar al gobierno municipal a acabar con esta práctica, que se lleva a cabo mientras los dirigentes locales llevan años retrasando las oposiciones para cubrir las vacantes. El pasado día 9 una inspectora de Trabajo se personó en el Concello para pedir información sobre los datos aportados por los sindicatos.
El debate que quieren forzar las organizaciones sindicales pone el acento en la necesidad de normalizar la situación. Para ello, aluden a la peligrosidad que representa que haya bomberos que tienen que doblar turnos. Es algo de especial gravedad si cuando lleva muchas horas trabajando surge un servicio complicado, algo frecuente en su actividad.
Aunque no sea un caso generalizado, los funcionarios consultados dicen no entender «como una persona puede tener una jornada anual de 1.600 horas y luego realizar 867 a mayores, superando el horario oficial en más de un 50 %».
El hecho de que los mandos realicen todavía más refuerzos y horas extras que los bomberos les preocupa de manera especial ya que son los encargados de dirigir sus actuaciones. Y no solo hacen más que sus subordinados, si no que la cifra no para de crecer. A modo de ejemplo, el colectivo de suboficiales incrementó de media su jornada anual en el año 2010 en un 20 %, porcentaje que el año pasado llegó al 34 %.
Por el contrario, el colectivo de cabos pasó del 12 % hace cuatro años al 29 % en el 2016. Los porcentajes son mucho menores entre los conductores y bomberos: de un 6 % y un 8 % en el 2010 pasaron al 19 % y 21 % en el 2016, respectivamente.
En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que hay bomberos, algo más de 40, que no realizan horas extras. La mayoría porque lo rechazan, aunque los sindicatos aseguran que al no existir un sistema reglado sospechan que la adjudicación de refuerzos es utilizado también como premio ya que los ingresos de los afectados se incrementan.
Aunque el cabo que realizó casi 900 horas extras es un caso único, un compañero suyo se quedó cerca, con 776, y hay tres bomberos por encima de 600 y una decena que supera las 500.
Por debajo del medio millar el número de beneficiados es muy superior. Tanto, que los que no alcanzan el centenar de horas extras son solo poco más de una docena mientras 23 plazas vacantes de plantilla siguen sin cubrirse.