El dueño de Dabalpo alega que dejó de pagar muchas facturas de Las 5 Jotas por mala calidad de la madera

E.V.Pita VIGO

VIGO

El administrador asegura que las tablas de la carpintería viguesa era las más barata en 40 obras pero luego la enviaron verde y dejó de trabajar con ellos

14 feb 2017 . Actualizado a las 11:23 h.

El dueño de Construcciones Dabalpo y Estructuras Dabalpo, Martín Díaz, alegó en un juicio de la trama de Las 5 Jotas que el grupo de carpintería vigués era su principal proveedor de madera para hacer pilares en 40 obras, razón por la que tiene tantas facturas de esta firma

El juicio ha comenzado esta mañana en el penal número 1 de Vigo. El socio único de Dabalpo se enfrenta a un total de 8 años de cárcel por tres delitos y otro de falsedad documental. El fiscal le acusa de haber defraudado 565.000 euros en el 2008 y hacer facturas falsas por valor de 1,4 millones de euros en complicidad con la carpintería viguesa Las 5 Jotas.

Díaz insistió en que las obras son reales porque su constructora tenía 300 oficiales encofradores y en dos años montó estructuras equivalentes a 60 estadios de fútbol o siete chalés por día. Mencionó obras como Ikea, Marineda City «en tiempo récord», las torres de Someso, 250 pisos detrás del Hotel Tryp María Pita o 150 pisos en el polígono de Navia. «Nos contrataban porque éramos los más rápidos y siempre cumplimos, por eso seguimos vivos», dijo el empresario. Usaban oficiales y personal luso «porque siempre contratamos a los mejores».

Compraba toda la madera a Las 5 Jotas porque «era las más barata y la más cutre» pero válida para encofrar pilares. Sin embargo, empezó a devolver material y facturas y negarse a pagar porque Las 5 Jotas empezó a enviarle madera verde de mala calidad o a cometer errores de medición en los tablones. No es que fuesen facturas falsas sino que habían sido devueltas y nunca se pagaron. «La relación se deterioró, me busqué la vida y encontré a otros proveedores», dijo. Presentó diversas facturas con anotaciones en las que ponía «no pagar», «error de medición, no coincide», «ni de coña, abonar» o «quejas de empleados». Se contabilizaron por un principio de prudencia pero no se abonaron los pagarés. «La relación con Las 5 Jotas acabó mal», dijo.

También está acusado Roberto C., un empleado que tenía poderes de administración. Este solo habló de su trabajo en las oficinas, en la que dijo que la contabilidad está externalizada.

Inspección

El empleado se quejó de cómo hicieron la inspección oficial en la sede de Dabalpo. «Entraron nas oficiñas catro homes de traxe que dicían que viñan de Facenda: non me ensinaron ningunha orde xudicial de rexistro, só un papel dun delegado de Facenda», se quejó a la jueza.

Curiosamente, Dabalpo se encargó de ejecutar el esqueleto del edificio de la Delegación de Hacienda en Pontevedra, la misma institución que ahora los ha sentado en el banquillo por realizar facturas falsas por obras inexistentes.

En total, Las 5 Jotas entregó 80 facturas a Dabalpo entre el 2007 y 2008.

También declaró uno de los jefes de Las 5 Jotas, Jacobo Costas, actualmente en prisión, como acusado y que ya suma 53 condenas por la trama. Desmintió la versión de Dabalpo: «La gran mayoría de esas facturas son mentira. Solo se le vendió un encofrado por 20.000 euros. Mi hermano me dijo que eran falsas aunque yo no tuve trato con Dabalpo».