Ahí, la labor de José Ramón Fernández Lorenzo ha logrado modernizar el servicio. Sustituyó a Jesús Antelo, jefe de Pediatría durante décadas. Lorenzo ha potenciado la especialización de los pediatras en áreas, ha impulsado la cirugía pediátrica -la cirugía sin ingreso fue un empeño suyo y Vigo tiene la única sala de reanimación de Galicia específica para niños-, ha permitido el desarrollo de las urgencias infantiles y ha introducido la investigación y la formación en la identidad del servicio. Fernández Lorenzo es también uno de los mandos de más peso del hospital y tuvo mucho que ver en el desbloqueo de las plazas de profesores asociados de Medicina, un asunto que llevaba de ocho años enquistado.
El anuncio de su fichaje por un grupo privado motivó cierto revuelo sindical. Comisiones Obreras y la CIG reclamaron que se endurezca la ley de compatibilidades: actualmente permite que los médicos atiendan en la pública y en la privada siempre que no sean pacientes de la misma área sanitaria. Pero esto no era una cuestión legal. En el Sergas no gustó su foto con el logotipo de la empresa. Al mismo tiempo, en la Xunta creció el temor a que, en un área sanitaria de por sí conflictiva como es Vigo, el hecho de que Lorenzo compatibilizase el cargo público y el privado pudiese convertirse en un arma política. Así que los hechos se precipitaron en las últimas horas.