Vigo contrata a 7 trabajadoras para desatascar el área de Benestar Social

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

El Concello concluye las oposiciones más largas de su historia, iniciadas en el 2010

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno vigués acaba de concluir el tortuoso proceso para adjudicar un puesto en propiedad a 7 nuevas trabajadoras sociales. Los trámites se iniciaron en el ya lejano 2010, con lo que se convierten posiblemente en las oposiciones más dilatadas de la historia del Concello. Tras la propuesta realizada por el tribunal examinador días atrás, ya solo falta la aprobación por parte de la junta de gobierno local para dar carpetazo al expediente y que se incorporen a sus puestos en el departamento de Benestar Social.

La convocatoria para cubrir estas plazas de trabajadoras sociales formaba parte de un lote más amplio que supera la cincuentena de puestos, algunos de ellos todavía sin resolver. El más voluminoso son 23 de policías locales, la gran mayoría de acceso libre.

La ampliación de la plantilla de trabajadoras sociales había sido reclamada con urgencia por la oposición municipal, y también por colectivos sociales, a fin de evitar el retraso habitual en los expedientes de ayudas sociales (unas 1.900 familias las recibieron en el 2016) y los que tramita Benestar Social. El gobierno local realizó contrataciones temporales en los últimos tiempos y las plazas ahora cubiertas en propiedad lo estaban ya de forma interina. Por ello, los colectivos consideran que estas 7 plazas están amortizadas y no tendrán excesiva relevancia en la tramitación de las ayudas sociales.

Además de las solicitudes puntuales para necesidades urgentes, las convocatorias que más trabajo dan a las trabajadoras sociales son las de becas de comedor y libros, y también la del cheque social. Cada una de ellas recibe varios miles de solicitudes, cada una de las cuales incluye varios documentos que hay que chequear.

Consciente del problema, en el Concello se han realizado también contrataciones de auxiliares interinos para Benestar Social y recientemente adelantó tres meses la aprobación de las bases del cheque social para el año próximo. De esta forma confía en entregar estas ayudas tras el verano, sin retrasarlas hasta las navidades como ocurrió en los cuatro años anteriores.

Historia de un retraso

El proceso de estas oposiciones se inició en el año 2010, antes de que el Gobierno central limitara la contratación de nuevo personal por parte de los ayuntamientos debido a la crisis económica. Pero las pruebas no se celebraron y la oferta pública de empleo se unió a las del 2011, ambas después congeladas por distintos motivos.

El principal fueron los problemas surgidos con las de agentes municipales. Una reclamación para eliminar el requisito de altura mínima de los aspirantes y el tope de edad terminó en los tribunales. Ante ello, los sindicatos exigieron la congelación de toda la oferta, temerosos de que estas plazas no se cubrieron. De esta forma, hasta que no se solventó dicha reclamación todas se pararon.

La situación dio un giro a finales del 2015, cuando el gobierno local decidió reiniciar los trámites y celebrar las oposiciones. Entonces surgió otro inconveniente cuando un sindicato recordó que se habían superado con creces los tres años de tope desde su convocatoria hasta la fecha de la celebración.

Temeroso de llevarlas a cabo y que un recurso las anulara cuando ya estuvieran adjudicadas las plazas, el gobierno municipal volvió a bloquearlas. Finalmente, un juez autorizó su celebración durante la primavera del año pasado y se reinició el proceso. En el caso de las trabajadoras sociales ya concluyó mientras las de policías se celebrarán en el plazo de unas semanas.

Las plazas serán ocupadas todas por mujeres, lo mismo que los 11 puestos de reserva

Que el sector de los trabajadores sociales es un nicho de empleo femenino es algo conocido, pero el resultado de estas oposiciones lo constata aún más. En total, 251 aspirantes presentaron la instancia para concurrir a las pruebas y fueron aceptadas por el tribunal. De esta cifra, solo 21 eran varones.

Sin embargo, llegado el momento de los exámenes solo 3 de estos 21 los realizaron, pero todos suspendieron. El resultado es que los 7 puestos han sido ocupados por mujeres. Todas ellas deben presentar antes del 18 de enero la documentación necesaria para ser nombradas funcionarias y tomar posesión.

Lo mismo ha ocurrido con las 11 opositoras que no han logrado plaza y con las que el Concello ha configurado una lista de espera. Será utilizada para contrataciones temporales si el gobierno local considera necesario reforzar la plantilla de Benestar Social, algo que ocurre con frecuencia. Estas 11 también son mujeres.

Consecuencias

Un dato curioso de esta convocatoria es que de los 251 aspirantes que firmaron las oposiciones solo 71 realizaron de manera efectiva los exámenes, menos del 30 %. Es poco habitual una defección tan voluminosa, que personas próximas a las pruebas lo relacionan con el retraso de siete años en celebrarse. Se da por supuesto que en esta larga espera muchos de los opositores se buscaron otro medio de vida, descuidando así la preparación del temario. Los hubo también que llegaron a pensar que las oposiciones no se llegarían a celebrar nunca.