La Xunta tramita una ayuda para la vecina a la que iban a cortar la luz por impago

juan manuel fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

La Federación de Vecinos apoyó la causa y la respuesta se activó en marcha el mismo día en que se dio a conocer su caso

28 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lilian Silveira logró evitar el corte del suministro de luz en su vivienda gracias a la solidaridad de una asociación de vecinos. Aunque la cantidad adeudada era pequeña, 141 euros, carecía de medios para hacer frente a los recibos. Sin embargo, su situación puede mejorar en las próximas semanas si logra respaldo económico por parte de la Xunta.

Cuando el pasado día 9 dio a conocer su difícil situación, respaldada por la asociación de vecinos de San Xoán Poulo y la Federación de Asociaciones de Vecinos, también se puso en marcha la tramitación de una ayuda de inclusión social (AIS) por parte de la Consellería de Política Social.

La decisión se había tomado el día 1 por parte de la responsable de prestaciones en la provincia, pero fue el 9 cuando se le notificó la petición de que aporte más documentación. En concreto, extractos bancarios de los últimos siete meses que confirmen su precaria estado económico y también un certificado de empadronamiento actualizado.

La petición de una ayuda fue gestionada por los servicios sociales del Concello, aunque la propia interesada ignoraba que la maquinaria administrativa se había puesto en marcha. Obviamente, en cuanto supo que le requerían nueva documentación la presentó con celeridad en las oficinas de la Xunta, en todo momento con asesoramiento del movimiento vecinal.

Lo que ella había pedido al Concello era una ayuda económica dentro del programa del cheque social, demanda que le fue denegada. El veto se debió a que en abril pasado todavía disponía de un empleo, por lo que superaba los ingresos que daban derecho a esta ayuda municipal.

Lilian Silveira, de 58 años, afronta un complicado panorama pese a que dispone de ingresos fijos. Se trata de una pensión de viudedad que le paga el gobierno de Uruguay por importe de unos 530 euros mensuales, cantidad que varía de unos meses a otros en función del cambio peso/euro.

Con este dinero tiene que hacer frente al recibo del alquiler, 390 euros, una obligación que nunca deja de lado ya que es consciente de que puede provocar su desahucio. Con el dinero sobrante, poco más de 100 euros, se ve incapaz de mantener a sus dos hijos y a ella misma, lo que originó el impago de la luz.

Hasta el mes de abril salían adelante ya que disponía de trabajo. Ahora, desempleada, su situación se ha hecho más difícil pese a que recibe comida de Cáritas. Lilian se muestra muy agradecida a la asociación de San Xoán Poulo, que la ayudó pese a que no reside en la zona, y ahora confía en que la Xunta le conceda la ayuda en tramitación. xto