Zona Franca estudia vías jurídicas para desbloquear sus presupuestos

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

xoán carlos gil

Teresa Pedrosa: «Nunca un alcalde llevó a cabo un boicot de tal tamaño»

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«He preguntado a la asesoría jurídica y al abogado del Estado por fórmulas para desbloquear los presupuestos del consorcio en el 2017, si antes no lo hace su presidente en el ejercicio de sus funciones». Con estas palabras, la delegada del Estado en Zona Franca, Teresa Pedrosa, reconoce su preocupación por el bloque presupuestario de la institución y la imposibilidad de negociar una salida con Caballero.

«Esta es una situación peligrosísima en un organismo como Zona Franca que lleva 70 años trabajando por la ciudad. Nunca se ha visto algo tan increíble, de un presidente que se niega a ejercer como presidente», se queja la directora del organismo estatal. Y como explicación aduce la previsión de los estatutos: «El presidente tiene que convocar cuatro plenos al año, uno de ellos para la aprobación del presupuesto. Y desde julio del 2015 solo ha convocado uno, en julio de este año, en el que vetó las cuentas».

Respecto a una salida no quiere dar pistas, pero recuerda que los estatutos datan del año 1951 «y en su mayoría están superados por las leyes; por ello, estamos a ver cual puede ser el procedimiento. Tenemos claro que en un consorcio de esta importancia, y con un presidente que no quiere ejercer su labor, algo tendremos que hacer», se justifica. «Y es que si no convoca nunca el pleno de la institución, el organismo puede desaparecer».

En este contexto, Pedrosa no se toma en serio la llamada del alcalde a modificar los presupuestos como requisito para convocar el pleno de aprobación. «Está buscando disculpas para no aprobarlos. No quiere que Zona Franca impulse el Campus do Mar de la Universidad. Seguro que si cambio los presupuestos, encontrará otra excusa para volver a paralizarlos».

Gestión democrática

El mensaje que envía Pedrosa a Caballero es que utilice las reglas del juego democrático. «Lo que hay que hacer con los presupuestos no es pedir cambios antes de su debate. Que vayan al pleno, que se debatan allí y que proponga modificaciones. Si convence al resto de los miembros se cambiarán, y si no quedarán como están. Es lo mismo que ocurre en el Concello. El gobierno de Caballero presentó las cuentas del 2017, que a la oposición no le gustan. Intentaron cambiarlas, pero no pudieron. Así son las cosas en democracia», señala.

No da credibilidad a las quejas del alcalde, que se niega a que Zona Franca facilite la creación del Campus do Mar a la Universidad alegando que es una inversión que corresponde a la Xunta. Y lo mismo ocurre con la Ciudad del Transporte.

«Desde hace más de veinte años sectores empresariales demandan un lugar donde estacionar los camiones y dar servicios a los transportistas. Se pensó en el Parque Tecnológico y Logístico, pero hubo tal demanda de suelo que quedó pendiente, y hemos decidido retomarlo», apunta.

Larga historia

Con los terrenos de la ETEA para el Campus do Mar es más crítica. Refresca la historia del antiguo acuartelamiento, que Zona Franca compró al Ministerio de Defensa por 30 millones de euros. Posteriormente, el Gobierno bipartito de la Xunta y Caballero se hicieron con los terrenos acordando reembolsar esta cantidad al consorcio.

«A cambio de 18,5 millones la Xunta se quedó con unas parcelas, y el Concello pagaría 11,5 por otras, que hace tiempo que disfruta pero nunca pagó nada», relata. «Cierto que la administración local contaba con abonar esta cifra con las plusvalías generadas por el túnel [no construido] de Julián Estévez para conectar la ciudad con la ETEA. He llamado a las dos partes para negociar y, al no lograrlo con el Concello, ofrecí al rector que Zona Franca entrara en el Campus do Mar, cediendo los terrenos que precisa por cuarenta años, pero para ello precisa que se aprueben los presupuestos, lo que Caballero llega seis meses impidiendo», indica Pedrosa.

A su juicio, el argumento de que van obras del 2016 en el presupuesto del año próximo no se sostiene como causa para vetarlos: «No tienen ningún sentido y no ha pasado nunca en una Zona Franca. Desde luego, está teniendo consecuencias en el retraso de estos dos proyectos».