Proponen eliminar el botellón en Montero Ríos tras las quejas de los vecinos de la zona

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

El PP quiere que el Concello actúe ante el reguero de «ruidos, piedras contras las ventanas, vómitos, orines y vasos rotos»

15 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un año de quejas vecinales por los excesos de las terrazas en las zonas aledañas a la plaza de Compostela, principalmente en Montero Ríos, la oposición popular ha reclamado que se aplique en la zona la ordenanza de convivencia ciudadana y ocio, lo que impide la concentración de personas por la noche y el consumo de alcohol en la calle Esta norma fue utilizada hace varios años para devolver la tranquilidad nocturna a la esquina de Joaquín Loriga con Ecuador y al Casco Vello, principalmente en la rúa Real, Teófilo Llorente y también en el entorno de la Colegiata.

Su aplicación fue cambió radicalmente la vida de las familias que allí residen pero, tras estos dos casos, el Concello echó el freno. Ahora, el concejal Miguel Fidalgo (PP) ha pedido que se aplique en esta céntrica zona donde la actividad de ocio nocturno es cada vez más evidente.

Fidalgo cita expresamente «la plaza de Compostela y su entorno», en el que incluye a Montero Ríos, donde está el foco del problema. «Llevamos tiempo reclamando al gobierno local medidas de control al notarse un repunte del botellón, pero no han hecho nada». Asegura que declarar a este área zona protegida «supondría prohibir la concentración de personas consumiendo bebidas o realizando actividades cuando alteran gravemente la pacífica convivencia ciudadana».

Los populares se hacen eco de la urgencia de una intervención municipal. «Los vecinos denuncian que les lanzan piedras a las ventajas, soportan un ruido excesivo por las noches, tienen dificultades para acceder a sus portales y pasear por las mañanas no se lo pueden permitir por los vómitos, orines, botellas rotas y basura que se acumulan en las zonas verdes».

La existencia de hoteles y cafeterías en la zona de la plaza de Compostela «una de nuestras joyas, provoca que los visitantes se lleven una imagen lamentable de la ciudad. De ahí la importancia de iniciar la tramitación de zona protegida cuanto antes», reclamó ayer el concejal Fidalgo. «Solo hace falta llevarlo a pleno y abrir un período de alegaciones», concluyó.

A vueltas con la ordenanza de terrazas

Los problemas con la ordenanza de terrazas, que la oposición viene denunciando desde hace meses, ha llevado a los populares a disparar por elevación. Tanto el PP como la Marea han denunciado en reiteradas ocasiones que algunos locales, principalmente de Montero Ríos, incumplen la normativa municipal sin que el Concello tome medidas. Previamente, vecinos de la zona habían reclamado en las oficinas municipales su cumplimiento, como en el caso de los grupos políticos, sin éxito alguno.

Las protestas llegaron al pleno y hubo concejales que sugirieron que el gobierno local hacía la vista gorda a sabiendas. La respuesta del alcalde fue pedir nombres concretos de locales infractores.

Los incumplimientos denunciados se refieren a que, contra lo previsto en la ordenanza, las terrazas se han convertido en instalaciones fijas que no se desmontan, prácticamente una extensión de los locales sobre la calle. En algunos casos, atornillando las cubriciones a edificios históricos protegidos de Montero Ríos, situación que se mantiene en la actualidad.

Otro dato llamativo es que la prohibición de instalar televisores en las terrazas se vulnera sin que las denuncias hayan surtido efecto.

El botellón que el PP quiere erradicar también tiene por escenarios la praza da Estrela y la escalinata existente la estación marítima, aunque no está claro si la oposición quiere que también desaparezca de ambos escenarios, que utilizan miles de jóvenes para beber alcohol durante la noche, especialmente con buen tiempo.

Pese al éxito de la actuación municipal hace un lustro para erradicar el botellón en Lóriga y el Casco Vello, la zona litoral quedó de lado al existir menos vecinos afectados. De hecho, en su momento hubo un fuerte debate en el Concello sobre si tratar de erradicarlo de la plaza da Estrela y en el monte de O Castro. Finalmente, se optó por excluirlos para que los jóvenes tuvieran algún lugar donde instalarse.