Sara Escudero: «Antes de entrar en escena corro 30 segundos en el sitio»

La Voz

VIGO

La cómica estará el viernes en el Teatro Afundación junto a David Navarro y Maru Candel

12 oct 2016 . Actualizado a las 12:36 h.

Están a la venta en Internet las entradas para poder asistir el próximo viernes, en el Teatro Afundación, al espectáculo Cómicamente, en el que estarán presentes los monologuistas David Navarro, Maru Candel y Sara Escudero.

-¿Cómo es el espectáculo?

-Son tres monólogos separados. Cada uno contaremos lo que consideremos para ese ratito.

-¿Ya lo ha considerado?

-No. Dependerá de cómo esté en el momento y las caras que vea. No sé con lo que voy a arrancar, pero sí sé con lo que voy a terminar.

-¿Cómo son esos primeros momento de salida a escena?

-Son los más intentos porque estás muy pendiente de ver cómo reacciona el público. Es como en la pesca, lanzo varias líneas y, en función de las respuestas que tengan, ya sé cómo es ese público y me adapto a él. A partir de ese momento, cuando ya los he colocado, ha disparar y a lo que te den.

-¿Hay entonces una técnica?

-Qué hay un trabajo detrás es algo impepinable y que todo el mundo debe saber. No es subirte a un escenario y nada más; hay meses y meses de trabajo en casa y de rodaje, porque donde compruebas si un chiste es efectivo es con la gente delante. Otra cosa es que a mí me gusta mucho improvisar con la gente, y con el monólogo voy introduciendo cosas e interrelacionándome con algunas personas del público. Lo importante es que tiene que parecer que no te cuesta trabajo, pero sí lo hay detrás. En cuanto a la técnica de entrada en escena, yo soy muy personal porque lo único que necesito es un café con leche y correr en el sitio unos treinta segundos muy concentrada para coger tensión.

-¿Qué importancia le da al gesto en sus actuaciones?

-Para mí, que soy muy gestual, tiene un 60 % de pero porque es más importante la manera de cómo lo cuentas que lo que cuentas.

-¿Es duro estar pendiente de oír una carcajada como respuesta?

-Llevo casi diez años viviendo de esto, pero todos los días, actúes para quien actúes, esos nervios antes de subir no me los quita nadie e inevitablemente me digo: «por qué no me habré metido panadera». Pero también esa mini angustia es la que te ayuda a subir. Todos hemos tenido días en los que el público no es tuyo, pero sigo dejándome toda mi energía, claro que en el monólogo necesitas la respuesta del público. Pero en general, si vives de esto, se supone que tienes tu público.

-¿Por qué cree que está triunfando el monólogo?

-A parte de que el empresario ve que es un negocio muy rentable, porque hay que desplazar a pocas personas, nos hemos dado cuenta de que el humor es un vehículo de comunicación de los más potente; cuando comunicas algo con alegría, hay unas ondas cerebrales que no se actívan de otra manera. Así que sirve tanto para desahogarse, como para relajarte y aprender. Los cómicos nos utilizamos a nosotros mismos como vehículo de crítica de las personas en general. Nos damos leches a nosotros mismos para que sea una leche general.

-¿Ha tenido tentaciones de entrar en otros ámbitos de la actuación?

-De hecho, estoy en ello. Yo soy cómica y genero mis propios guiones, además yo estudie teatro porque la interpretación es algo que llevo dentro. Ahora estoy preparando unas cosillas y deseando que esto lo lea alguien que piense que puedo encajarle para una serie de televisión o algo así (ríe).

-¿Cómo lleva su presencia en Cadena Dial?

-Es algo maravilloso, cada vez que voy al programa Atrévete es otra arista del mismo objeto, que es el humor. No hago distintas cosas, es lo mismo es distintos medios. La radio da una libertad brutal porque de una manera innata desarrollas otras facetas, como puede ser la voz; sin embargo, cuando estás en la tele con lo que más juegas es con tu cuerpo.