Afectados por la anulación del Plan Xeral piden al Concello que inicie un nuevo documento

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

SOS PXOM cree que no será posible tenerlo antes de dos años y critica la gestión de la edila de Urbanismo

05 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Vai ser inevitable ter que redactar un novo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) e por iso moitos cidadáns, particulares, propietarios e empresarios, veranse abocados a perder os dereitos recoñecidos polo plan anulado». Este dictamen lo suscribe un grupo de afectados por la anulación del Plan Xeral de la ciudad, conocida el 30 de noviembre del año pasado, una decisión del Tribunal Supremo que ha generado la paralización de la escasa actividad urbanística existente hasta entonces.

El colectivo, que ayer se dio a conocer en la sede de la Federación Vecinal, asegura que van a movilizarse, incluida la vía legal, «para que sexan reparados os danos ocasionados» mediante indemnizaciones económicas.

El colectivo enumera una larga lista de daños colaterales generados por la anulación. Desde las personas que estaban tramitando una licencia a aquellos que con la desaparecida normativa tenían unas expectativas urbanísticas que de la noche a la mañana se han volatilizado. Y también los gastos generados en impuestos y pagos por una calificación urbanística desaparecida.

SOS PXOM critica de manera directa a la concejala de Urbanismo, la socialista María José Caride, «que segue muda e, o que é peor, non asume as súa responsabilidade ante a gravidade do que está pasando». También al gobierno municipal, «que non aporta solucións».

«Nuestro dinero está en una finca en la que no podemos construir»

Es un caso más, pero refleja las consecuencias de una medida de tanta repercusión social como la anulación del planeamiento urbanístico de la ciudad más poblada de Galicia. Javier Losada lleva ocho meses dándole vueltas a lo ocurrido y asume que tardará tiempo en solucionarse.

«Somos una pareja que decidimos vender su vivienda, ya sin hipoteca, para construirse una casa con algo de terreno donde vivir. Adquirimos con otra gente una parcela de 1.200 metros cuadrados en Barreiro, y nos quedamos con la parte próxima a la carretera (400 metros) y el resto quedó para la otra parte más un acceso de 9 metros de ancho».

Hasta aquí todo fue bien, salvo que Urbanismo empleó más tiempo del previsto en realizar la segregación. «Hemos sabido que la técnica encargada se puso enferma y no fue sustituida, quedando el expediente sin tramitar. Fue muy grave. Si no ocurre esto, habríamos tenido licencia antes de la anulación».

Como no fue así, hasta el 5 de noviembre no pudieron pedir la licencia, que el 30, cuando se anuló el Plan Xeral, estaba pendiente de conceder. Ahora, todo esto no sirve ya que recuperó su vigencia el plan de 1993, que no permite construir en 400 metros cuadrados. «El terreno es ahora un campo de patatas», explica Losada. «Y no buscábamos especular, solo materializar una decisión vital de pasar de vivir en un piso a una casa. La consecuencia es que tenemos el dinero inmovilizado y ahora vivimos de alquiler».

Otro caso que se expuso en la presentación de SOS PXOM es el de Manuela Quintana, con un terreno de 7.000 metros cuadrados en A Salgueira-Mantelas que forma parte de un peri (plan especial de reforma interior). «Le atribuyen un valor irreal por sus teóricas posibilidades edificatorias, y por ello pagamos unos impuestos muy altos (sucesiones, plusvalía). Pero nadie compra una finca dentro de un peri, que viene a ser como una propiedad apestada», resume.