El grupo Furious Monkey House actúa hoy en el festival PortAmérica; son los más jóvenes
del cartel
16 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.
Furious Monkey House es un grupo de música compuesto por cinco niños de Pontevedra, de entre 10 y 13 años y un mono. Martiña, la cantante y el mono, que resulta ser Gonzalo, su profesor de música, han respondido a unas preguntas.
?Sois los más pequeños del PortAmérica, ¿Cómo os sentís? ¿Os tratan bien?
?[Martiña] Sí, la gente nos trata muy bien a pesar de ser niños, que es una cosa bastante novedosa, pero la gente es guay y nos apoyan mucho.
?¿Os gusta más tocar en un concierto solos o en un festival?
?[M.] Nos gustan más los festivales, así luego nos podemos quedar a ver a los otros grupos y nos lo pasamos mejor aún.
? ¿Cómo es el trato con los otros grupos?
?[M.] A veces tenemos relación con ellos y otras no, porque no los vemos, pero normalmente hablamos con ellos, y eso. Pero como te dije antes, nos tratan bien.
?También habéis hecho conciertos en Madrid, ¿os gusta más tocar cerca de casa o por toda España?
?[M.] Hemos hecho dos conciertos en Madrid. Nos gusta mucho tocar en casa y lo hacemos con un especial cariño, pero también nos gusta irnos un poquito más lejos porque así nos damos cuenta de que al final nuestra música llega más lejos de lo que creemos.
? ¿Os ha sorprendido hasta dónde ha llegado vuestra música?
?[M.] Sí, bastante. No esperábamos tanto apoyo de la gente. Nos gusta mucho, porque llegas a Madrid o a cualquier otro sitio y ves que la gente paga una entrada para ver un concierto tuyo y eso la verdad es que es muy bonito.
?Gonzalo, usted es el impulsor de esta iniciativa, ¿cómo nace esta banda?
?[Gonzalo Maceira] Nace en los Litium Records en Pontevedra, un poco como experimento, para aprender a hacer canciones a partir de la libertad creativa, de buscar un método de composición a través de juego y esas cosas. Eran alumnos de El Mono en diferentes actividades en las que los fue cogiendo, no por sus habilidades ni mucho menos, sino por sus ganas y por interés en la música. Empezó como un taller gratuito en el local de ensayo, utilizábamos la grabación con los alumnos para ver si se alcanza un objetivo. Al final nos propusimos grabar una maqueta. Con esas ganas que nos dio intentar hacer algo hecho por nosotros, hicimos el diseño de una cajita que era una maqueta superchula que era un libro que se abría y se montaba una casa. Estábamos todos encantados. Salió poquito a poco. Lo que en un principio iba a ser una maqueta, después del primer festival en el que tocamos, lo registramos en Abbey Road, financiado por nosotros, con mucha ayuda de mucha gente, muchos amigos que sin ellos sería imposible.
?¿En que momento os dais cuenta de que ya no es un experimento y estáis haciendo algo grande?
?[G.M.] Yo creo que uno de los momentos mas especiales, al menos para mi, fue la grabación de Abbey Road. Fue superintenso, con muy poco tiempo y mucha presión. En el momento en el que escuché lo que habíamos hecho se me saltaban las lágrimas. Fue un orgullo ver como crecieron a nivel musical, personal, la de valores que desarrollan. Se me cae la baba con ellos, son unas personas a las que admiro mogollón y se comportan como músicos mucho más profesionales que muchos adultos. Lo bueno que tiene esto es que no tenemos que seguir un camino determinado porque estamos haciendo lo que nos da la gana, y eso es una suerte que no todo el mundo tiene. Tenemos el apoyo de EsmerArte, la discográfica que queríamos porque sabemos que cuida mucho a sus bandas
?¿Cuál es vuestra meta?
?[G.M.] La siguiente meta es grabar el siguiente disco. Volver a hacer algo que nos brinde una experiencia vital brutal. No buscamos ni dar mas conciertos ni llegar a un límite, buscamos vivir experiencias, es la finalidad de este proyecto. Y una de ellas va a ser grabar el siguiente disco fuera,, preparar las canciones y viajar, conocer sitios y disfrutar que es lo que tenemos que hacer con esto. Son muy guais, y les tengo mucho cariño.