Caballero y Feijoo sellan la entrada de Vigo en el transporte metropolitano

VIGO

Óscar Vázquez

Los autobuses vigueses tendrán operativo el nuevo sistema en septiembre

06 jul 2016 . Actualizado a las 23:52 h.

No es un récord, ya que hace seis años que funciona en A Coruña y solo unos meses menos en Santiago, Lugo y Ferrol. Sin embargo, es un hito en el caso de Vigo, ya que desde entonces Xunta y Concello han negociado sin que hasta ahora haya sido posible el acuerdo. Y muy probablemente se ha logrado por una cuestión paralela, como es el área metropolitana, donde el Gobierno gallego ha dado satisfacción a las demandas del alcalde vigués, quien, a cambio, ha integrado su ciudad en el sistema de transporte metropolitano.

Sea como fuere, lo cierto es que ambas Administraciones superaron ayer uno de sus escollos más abruptos, lo que redundará en beneficios para los vecinos del área metropolitana a punto de ver la luz, cerca de 500.000 personas. En el plazo de unas semanas, posiblemente un par de meses, los desplazamientos interurbanos estarán bonificados con cargo a la Xunta (80 %) y los concellos (20 % restante), siempre que se utilice la tarjeta prepago metropolitana.

Desde finales de abril del 2015 ya funcionaba en doce de los catorce concellos del área viguesa, todos menos Vigo y Gondomar, y lo hacía con éxito. Ha logrado en este tiempo superar el 50 % de penetración (unos 3 millones de viajes desde entonces) y se han expedido para utilizarlo 34.000 tarjetas, 9.900 de ellas a vigueses. Ahora, con Vigo, y por tanto con Vitrasa, la concesionaria del transporte urbano, se cuenta con un desarrollo casi exponencial al multiplicarse las ventajas.

Eficacia diferida

Pese a su relevancia, la firma del acuerdo político entre el alcalde de la mayor ciudad gallega y el presidente de la Xunta conllevó la anomalía de que no se anunciara la fecha de su entrada efectiva en vigor, que depende de la adaptación de los buses urbanos de Vigo a la tarjeta metropolitana. Feijoo reclamó en su discurso la máxima celeridad posible, mientras que Caballero ignoró la cuestión. Posteriormente no quiso dar una fecha, aunque sí la apuntó Juan Carlos Villarino, director general de Vitrasa. Dijo que el día 20 se chequeará el sistema de pantallas de control instaladas ya en los autobuses para su homologación. Aunque, con agosto por medio, sugirió el mes de septiembre para que esté en funcionamiento de manera efectiva. Por tanto, la satisfacción política que rodeó el acto de ayer llegará en diferido para los ciudadanos.

Pendiente de la materialización, Caballero tenía ayer la mente más en la ya inminente área metropolitana que en el transporte, que para el gobierno vigués siempre ha sido una cuestión menor al lado de la nueva estructura política del sur de la provincia.

Feijoo fue menos unidireccional y se centró en el transporte, en el área («os cidadáns hoxe son máis libres para moverse ao facelo dun xeito máis barato»), pero también en cuestiones sin resolver, caso de la estación intermodal. Una manera de recordar que hay asignaturas pendientes en las relaciones Xunta-Concello de Vigo.

El acuerdo llega un año después de la reunión de alcalde y presidente el 6 de julio del 2015

Cordialidad en las formas, tensión subyacente y polémicas encadenadas. Así han transcurrido las relaciones entre Xunta y Concello vigués en el último año, desde que el 6 de julio del 2015 Feijoo y Caballero mantuvieron en Santiago la reunión que encarriló la solución para el área y el transporte metropolitano. Doce meses después, tal día como ayer, el encuentro dio su primer fruto. Y en el plazo de unos días llegará la pieza mayor, la aprobación de la ley del área metropolitana.

Ese cóctel de amabilidad y desconfianza se revivió ayer durante la cumbre de ambos políticos, escoltados por cargos de sus gobiernos y los alcaldes metropolitanos. De entrada, Caballero no acudió a la puerta a recibirlo, al parecer disgustado por la presencia de la portavoz municipal del PP.

Aunque había muchas autoridades, Caballero dejó fuera a los portavoces de la oposición. Feijoo lo dejó en evidencia al desplazarse a la planta octava, donde están las oficinas del PP y la Marea, para saludarlos al final del acto. Los de la Marea no estaban y solo departió con sus compañeros populares.

Y respecto al futuro, discrepancia completa sobre la estación intermodal que Santiago acaba de convenir con la Xunta. Caballero se niega a aportar los terrenos pese a las presiones de Feijoo. Con este panorama, el retraso en la materialización del proyecto parece asegurado.