Conductores de ambulancias y de Vitrasa piden la grúa en el hospital

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Los vehículos de emergencias no pueden adelantar por el bloqueo de los carriles

18 feb 2016 . Actualizado a las 09:18 h.

Los conductores de autobuses, de taxis y de ambulancias están preocupados por la situación que ha alcanzado el habitual caos de tráfico en el recinto del Hospital Álvaro Cunqueiro. Les impide maniobrar correctamente. Los buses de Vitrasa no logran girar en las curvas porque los coches mal aparcados se lo impiden. Las ambulancias no tienen sitio para acceder a urgencias. «Esto es un peligro», coinciden.

Representantes de los tres colectivos mantuvieron una reunión recientemente con la gerencia del centro sanitario en la que esta, según explican fuentes sindicales, les transmitió que no tiene competencias para hacerse cargo: ni tiene policía ni tiene grúa. La dirección ha ordenado denunciar a los vehículos que aparquen mal, pero el Ayuntamiento no quiere tramitar las multas. Ahora, los tres colectivos han solicitado una reunión con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, para pedirle que regule el tráfico y mande a la grúa.

Ambulancia medicalizada en el atasco del Cunqueiro

Posted by Lilian B Toyos on martes, 26 de enero de 2016
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«El acceso a urgencias es imposible porque los accesos se colapsan en horas punta», explican fuentes del comité de empresa de Ambulancias del Atlántico. Se han detectado casos de ambulancias medicalizadas, con la sirena encendida, que no lograban avanzar porque los coches mal aparcados bloqueaban todos los carriles y no podían adelantar. Los trabajadores ven dos soluciones: controlar los accesos con más personal de seguridad, sobre todo en las horas punta, lo que correspondería al hospital; y que el Concello se involucre, lo cual significa que la grúa actúe.

La preocupación en Vitrasa es similar. Los conductores no consiguen maniobrar. «Un día estuvieron dos autobuses bloqueados dos horas», dicen fuentes del comité de empresa de Vitrasa. Un coche bloqueaba la primera curva, después del acceso al párking de usuarios. El Vitrasa se quedó atascado. Vino otro y quedó taponado. No llegaron más buses porque los propios conductores avisaron a la central de la situación y se evitó la ruta. Cuando el dueño del coche apareció, dos horas después, se solventó. Era sábado.

En Vitrasa, además, los conductores no pueden hacer sus descansos reglamentarios. «El autobús queda en el medio, no se puede meter en la parada porque está ocupada», explica el comité. Así que los pilotos no pueden ni siquiera ir al baño. «No queremos que la grúa moleste a nadie, pero al menos en esas zonas sí, porque es un peligro», dicen.

El Sergas no pone fecha a la reforma del Meixoeiro

El Servizo Galego de Saúde prometió hace dos años hacer las obras de reforma integral del Hospital Meixoeiro. Meses después rompió su promesa. La reforma se limitó a una fachada. El fin de semana se detectaron goteras en dos quirófanos y hubo que cerrarlos, aunque ya han vuelto a estar operativos. Supuestamente, los trabajos quedarían para cuando abriese el hospital nuevo. Sin embargo, el Sergas todavía no tiene fecha. «Hay un proyecto y se hará a medio plazo», se limita a decir un portavoz, que no precisa ni la fecha ni la inversión.

Sí sostiene que en la zona donde ya se actuó no ha vuelto a entrar agua. Es decir, en las habitaciones de la fachada sur. Esto quiere decir que en la zona de quirófanos no se hizo ninguna obra.

La que sí se realizó fue «un lavado de cara» para el sindicato Comisiones Obreras, que ayer reclamó la reforma integral.