El Museo do Mar abre un espacio dedicado a la historia de los naufragios en la costa gallega
VIGO
Paneles y piezas originales, que también documentan la historia de los faros desde la antigüedad hasta el siglo XIX, formarán parte de la exposición permanente del centro vigués
08 dic 2015 . Actualizado a las 18:45 h.El hundimiento de la flota de Padilla en Finisterre, la batalla de Rande en la ría de Vigo, el siniestro del buque de la marina inglesa "HMS Serpent" frente a Camariñas o del crucero "Santa Isabel" en aguas de la isla de Sálvora... La historia de Galicia está plagada de grandes naufragios que a partir de ahora formarán parte de exposición permanente del Museo do Mar. El contenedor de la parroquia viguesa de Alcabre ha decidido crear un espacio nuevo dedicado a este ámbito y también a los faros. Paneles expositivos diseñados ad hoc y cuarenta piezas originales permitirán hacerse "unha idea clara destes aspectos claves para comprender a historia marítima de Galicia", según la Consellería de Cultura.
La muestra no solo recordará naufragios famosos ocurridos a lo largo de los 1.498 kilómetros de la costa gallega, sino que también explicará el origen de las primeras sociedades de salvamento que surgieron en Europa a mediados del siglo XIX y los gérmenes tanto de Sasemar como del Servizo de Gardacostas de Galicia, la herramienta propia con que cuenta la comunidad autónoma para intervenir en caso de accidentes marítimos y rescates.
La historia de los faros es otra de las apuestas que hace el Museo do Mar, dirigido por Marta Lucio. Hasta el siglo XIX, cuando se produjo la explosión del comercio marítimo internacional, la única "linterna" encendida en el litoral gallego fue la coruñesa Torre de Hércules, pero se recordará que desde la Alta Edad Media ya existían una serie de "fachos" situados en torres defensivas, iglesias y promontorios que servían de guías a los marineros y también para avisar a la población de posibles invasiones y saqueos. La exposición seguirá un orden cronológico hasta llegar a los modernos faros como el de Punta Nariga o Punta Frouxeira, diseñados por renombrados arquitectos.
Las salas dedicadas a la oceanografía y a la pesca habían sido hasta ahora las grandes apuestas de la colección permanente de un complejo que cuenta con un presupuesto modesto. Este verano se lanzó Galicia Mare Nostrum, dedicada a la arqueología submarina, que se ha convertido en uno de sus principales reclamos.