En su declaración, Crespo insistió en la legalidad de las operaciones y argumentó ante la jueza que las adjudicaciones de obras menores a la constructora investigada Eiriña solo supusieron el 4,3 % de lo que gastó el Concello en tres años para dichos trabajos. En total Eiriña asumió encargos por 145.000 euros entre el 2011 y el 2013 frente a tres millones dedicadas a esa partida. Ambos aseguraron que la elección de todas las obras estaba motivada. Solo reconoce Regades la falta del expediente de una obra pero porque había que construir un muro que al final no se ejecutó.
El concejal Regades explicó que él decidía las obras que se hacían pero los técnicos decían cómo se hacía y con quien, mientas que el visto bueno lo daba la mesa de contratación. Respecto a la recepción de regalos de Eiriña, Regades lo negó y dijo que hay órdenes del Concello de devolverlos. En cuanto a Crespo, este admitió que recibió botellas de vino en la época navideña, algo que ve dentro de la normalidad.