Indignación entre los ciclistas por restringirles el acceso a las pistas
13 nov 2015 . Actualizado a las 14:18 h.La comunidad de montes de Valadares ha decidido prohibir el uso de bicicletas dentro de su territorio. La reciente aparición de carteles en los accesos al monte comunal en los que se señala que no está permitida la circulación de ningún tipo de vehículo con o sin motor ha sorprendido al colectivo de ciclistas. Se trata de una medida que no es compartida por quienes habitualmente recorren las pistas forestales del monte Alba con sus bicicletas de montaña con el único objetivo de ponerse en forma y disfrutar del aire libre, sin hacer ningún tipo de daño al monte.
«Nos parece sorprendente, una medida exagerada e ilegal, llevamos 35 años andando por el monte, antes que ellos», se quejaba ayer Jorge A. Costas, corredor profesional. Este rechazo a los ciclistas parte de una comunidad de montes que se encarga de la gestión del monte Alba, donde el año pasado el ciclista Diego González sufrió un accidente después de chocar contra una piedra que fue colocada intencionadamente en medio de una pista forestal, causándole una grave lesión medular. La Fiscalía solicita penas de prisión para un directivo de la comunidad de montes y tres trabajadores a quienes hace responsable de estos hechos.
A este respecto, en una pasada reunión los comuneros acordaron recoger firmas para instar a las autoridades judiciales a que no se impongan penas de cárcel a los cuatro acusados. «Es un salto atrás para hacer que el monte esté libre de trampas y se garantice la actividad de los ciclistas», valoraba ayer otro profesional del ciclismo de montaña.
Las restricciones no solo afectan a los aficionados a las dos ruedas. Los comuneros también alertan en los carteles que han colocado en los principales accesos al monte que está prohibida la práctica de la caza y que los frutos y productos del monte pertenecen a los vecinos comuneros, lo que impediría a los senderistas acudir a recoger setas durante la temporada micológica.
Estas prohibiciones entran en contradicción con la actuación de la Policía Autonómica de Pontevedra y del Seprona de la Guardia Civil, que investigan la aparición de trampas en el monte. Desde el cuerpo autonómico se mantiene que prohibir el paso por el monte comunal a terceras personas, vayan en bicicleta o caminando, es una restricción de semejante calado que solo puede ser adoptada por la Administración autonómica y en circunstancias muy concretas, como el supuesto de riesgo de incendio muy alto. El plan de defensa contra los incendios forestales en Galicia contempla esta posibilidad en aquellos casos en los que el índice de riesgo alcance un nivel alto. Será entonces cuando se active una prohibición que no solo afecta a ciclistas, sino a la totalidad de los usuarios, según se ha puesto de manifiesto durante las jornadas Cero Violencia Viaria, que se han desarrollado en la ciudad de Pontevedra.