El PP sería líder en las generales, pero con Ciudadanos pisándole los pies a 4 puntos

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO

El PSOE pasaría a ser la tercera fuerza en la ciudad, amenazado por Podemos en un reparto a cuatro bandas del electorado

27 abr 2015 . Actualizado a las 09:27 h.

El Partido Popular tiene en Vigo una base de votantes fieles, y ahora que semeja pintan bastos electorales para los conservadores, la parroquia popular más estable otorga prácticamente el mismo resultado a su partido en las elecciones generales que en las municipales. Si se celebrasen ahora los comicios para repartir los escaños de las Cortes y con ello la designación del Gobierno, los vigueses pasarían una factura ligeramente mayor a Mariano Rajoy que a Elena Muñoz, dando al PP 1,2 puntos menos que a su candidata a la alcaldía.

Los vigueses apenas premian la llegada del AVE, la culminación de la estación, o el avance de la depuradora, hay otras circunstancias que le llevarían a retirar masivamente la confianza al PP con 18 puntos menos que lo que le otorgaron hace cuatro años. Sería, eso sí, el partido más votado, pero ya nada se parecerá a lo que las urnas determinaron en las generales del 2011. De los diez puntos que le infligieron al PSOE entonces, se pasaría ahora a menos de cinco, pero con otra circunstancia añadida, la de la competencia que en similar campo de captación de votos le haría Ciudadanos. La lista de Albert Rivera obtendría ahora en Vigo cuatro puntos menos de apoyos que la del PP, lo que permite deparar una irrupción del partido naranja en el Congreso, ya que en la ciudad apenas supera el medio centenar de militantes y su candidato a la alcaldía no es conocido siquiera por dos de cada diez vigueses.

Y si el respaldo de Ciudadanos anticipa su crecimiento estatal, el hundimiento del PSOE permite atisbar que tendrá complicado convertirse en recambio claro en el Gobierno. La lista socialista obtendría 13 puntos menos que hace cuatro años, evidenciando además que su líder local cuenta con mucho más predicamento que la marca del partido, 23 puntos más exactamente.

Muy cerca del PSOE se situaría Podemos. Su decisión de no participar en las municipales y su incapacidad para apoyar otra candidatura por la desidia de su militancia, se sacudiría para obtener el cuarto puesto en la ciudad y hacer más difícil el reparto de los siete escaños de la provincia, donde parece que dejaría de entrar por primera vez en veinte años el BNG, ahora con una estimación de voto que no llegaría al seis por ciento.

El BNG sufriría una fuga de apoyos en favor de Ciudadanos y Podemos

El mapa electoral vigués perdería la característica galaica que le ha dado históricamente en los comicios generales los resultados del BNG. Son precisamente los nacionalistas los que más sufrirán por la irrupción de Ciudadanos y Podemos.

El recuerdo de voto de las generales pasadas apunta a que las dos nuevas formaciones beberían en mayor medida del Bloque que de otros partidos. Los nacionalistas solo retendrían al 39 % de su electorado y cederían otro 21 a Podemos y un 18 a Ciudadanos.

El PP es el que conserva la mayor fidelidad entre los suyos, asegurando que volvería a votarlo la mitad de los que lo hicieron hace cuatro años. Ciudadanos sería la mayor fuente de fuga de los populares, seducidos por el mensaje renovado de Rivera, pese a declararse su formación de centro izquierda. La china en el zapato del PSOE sería en cambio Podemos, mayor incluso que el agujero que Ciudadanos originaría a los populares.

EU y UPyD, en la UVI

Ya no sería una grieta, sino una auténtica falla lo que Podemos causaría en Vigo en las filas de Esquerda Unida. Uno de cada tres votantes de las candidaturas que en todo el Estado encabezará Alberto Garzón preferirían ahora pasarse a la formación de Pablo Iglesias. Apenas se quedaría sin nada también UPyD, al repartirse dos tercios de sus seguidores entre las dos nuevas formaciones políticas.

Anteriores abstencionistas y votantes en blanco dirigirían su confianza ahora también a Ciudadanos, preferentemente, y a Podemos en el contexto de unas elecciones generales, mientras que los vigueses que votarán por primera vez al haber alcanzado la mayoría de edad desde los comicios de hace cuatro años se decantarían por Podemos de manera prácticamente unánime.

La mayor colonia de abstencionistas sería ahora la de los anteriores votantes del PP, mientras que los más desconcertados e indecisos a estas alturas y a poco más de medio año para que se elija presidente del Gobierno, son los anteriores seguidores de UPyD y EU, formaciones que semeja en función de la intención de voto de Vigo que estarían al borde del colapso.