Los colegios médicos españoles avalan que las matronas hagan ecografías

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La institución provincial no ve los problemas legales que denunciaron algunos colectivos de facultativos

22 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio de Ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) quiere que las matronas hagan ecografías básicas de seguimiento del embarazo, pero la Sociedade Galega de Obstetricia e Xinecoloxía (SGOX) se opone. Ante la polémica generada, los colegios médicos de España no tienen dudas: las matronas tienen competencias para hacer esa prueba de seguimiento del embarazo y es perfectamente legal que lo hagan.

Así lo dice en un informe la asesoría jurídica la Organización Médica Colegial, que agrupa a las instituciones profesionales de toda España (unos 200.000 facultativos asociados): «Las matronas o enfermeras especialistas en enfermería obstétrico-ginecológica tienen competencia y formación profesional para realizar pruebas diagnósticas de ecografía, según se deduce de la legislación y normativa que regula esta materia».

En las últimas semanas, colectivos médicos como la coalición sindical CESM-Omega o la SGOX trataron de parar el plan del Chuvi para que las matronas puedan hacer ecografías básicas. La dirección del Sergas, que lo había respaldado en privado desde el principio, incluso llegó a marcar ciertas distancias en público. Para ello, acudieron a la fiscalía y al Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra, porque lo consideran ilegal.

Pero el Colegio Médico no ve problemas. Su secretario, Pedro Silva, indica que la prueba porque está en programa formativo de las matronas, siempre que solo sea para el control del embarazo y para el seguimiento del desarrollo normal del feto. «Los límites serían el diagnóstico, que es competencia de los ginecólogos, y el intervencionismo». Pedro Silva se remite al informe de la OMC: «Nos trasladaron la cuestión y, como ya la había estudiado la Organización Médica Colegial, no tenemos más que añadir y asumimos el informe», explica. El documento es del año 2012. La organización médica lo elaboró a raíz de una polémica en Cáceres similar a la actual, sobre si las matronas podían hacer ecografías.

CESM-Omega considera que el plan es un caso de «intrusismo profesional» y que «incrementa el riesgo contra la salud».

El informe jurídico de la Organización Médica Colegial afirma: «No puede cuestionarse la competencia profesional de las matronas en lo que se refiere a la realización e interpretación de las ecografías como prueba diagnóstica de los embarazos». El documento analiza los programas formativos de la especialidad de enfermería obstétrico-ginecológica. Acceden a él las enfermeras con título universitario. Se someten a un examen y se forman durante dos años en un hospital, con un sistema equiparable al MIR.

La OMC recuerda que la normativa sobre la especialidad de matrona establece que el seguimiento del embarazo normal es una competencia de este colectivo y que para desarrollarla puede auxiliarse «de los medios clínicos y tecnológicos adecuados». Cita incluso el contenido del programa de formación de matronas, que recoge la ecografía como competencia propia.

Las dudas de la Sociedade Galega de Obstetricia e Xinecoloxía han llegado a la sociedad española de esa especialidad, la SEGO, que ha abierto un expediente para investigar el programa que impulsa el jefe de Ginecología del Chuvi, Carlos López Ramón y Cajal. El doctor vigués ha defendido que las matronas son graduadas universitarias y que pueden recibir formación suficiente para realizar con solvencia la ecografía. El primer curso ya se ha realizado y se harán otros dos o tres antes de que las matronas de los centros de salud hagan la ecografía. Después, tendrán que someterse a un proceso de validación por un ginecólogo y se considerarán acreditadas cuando hayan hecho medio centenar de ecografías de forma correcta.

De la ecografía a la sonografía

El jefe de Ginecología del Chuvi ha rebautizado la ecografía básica como sonografía o sonoscopia fetal, para evitar confusiones con la ecografía normal y corriente. El nombre hace referencia al ultrasonido, que es la tecnología en la que se basa la prueba. La idea es que los ginecólogos sigan haciendo la ecografía trimestral del embarazo -en Vigo se realiza en el centro de especialidades de Coia o directamente en el Xeral- y que las matronas de los centros de salud puedan tener acceso a esa prueba para analizar parámetros básicos y no diagnósticos como la talla del feto, la cantidad de líquido amniótico o la posición de la placenta. A la mínima duda, se remitiría a la embarazada al ginecólogo.