La resaca de San Pepe llena de basura el paseo de Montero Ríos

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Restos de botellas de alcohol, refrescos y bolsas de plástico tirados en el paseo de Montero Ríos.
Restos de botellas de alcohol, refrescos y bolsas de plástico tirados en el paseo de Montero Ríos. PITa< / span>

La Asociación Viguesa contra el Ruido teme que resurja el botellón en el parque

21 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La fiesta universitaria de San Pepe dejó huella en la noche del jueves, víspera de festivo, en el paseo de Montero Ríos, en los jardines situados frente al Real Club Náutico. Así lo corrobora una testigo que paseó a medianoche por la calle Carral: «Vi bajar a muchos estudiantes cargados de bolsas con alcohol, venían a cientos, eran los de San Pepe que trasladaron la fiesta del campus a Montero Ríos».

Los bancos amanecieron ayer rodeados de botellas de whisky, vodka, ginebra, envases de 2 litros de Coca-Cola o agua y bolsas de plástico de supermercado. El escenario recordó a otros tiempos en los que miles de jóvenes, reunidos en pandillas, hacían botellón en el paseo junto al mar y en la plaza de A Estrela, más conocida como El Nadador. Un lugar desértico ahora.

Los operarios de limpieza habían recogido 3 bolsas enteras de desperdicios a las 9 de la mañana en solo un tercio del parque y todavía quedaba desperdigado el resto, tanto por el césped como en las gradas y otras partes del mobiliario que las pandillas usaron para sentarse. Ayer a la tarde quedó completamente limpio.

¿Significa eso que ha vuelto el botellón al Náutico? Por el momento, habría que achacarlo a la fiesta que celebraron los universitarios por la noche en el centro. Aunque la festividad empezó en el campus, todo apunta a que se extendió hasta altas horas de la madrugada, como se pudo apreciar por los desperdicios esparcidos por el suelo. A primera hora de la mañana, todavía se podía ver algún grupo de jóvenes desorientados merodear por el parque en busca de algún sitio donde desayunar.

El secretario de la Asociación Viguesa contra el Ruido, Jacobo Izquierdo, también presenció ayer las inmundicias en el suelo. Admite que estos episodios empiezan a repetirse: «Observamos que vuelve el botellón. Hoy [por ayer] por la mañana estaba todo perdido, es algo que se escapa de control. El botellón había decaído, lo mismo que la asistencia de público a los locales de copas de Areal pero vemos que vuelve», dice.

Añade que van a ser vigilantes con estas fiestas porque «por el momento, creemos que es algo que depende de los períodos de actividad académica, al final de la etapa de exámenes, pero vamos a ver qué pasa en los próximos días, si es algo que se vuelve sistemático, es solo de fin de semana o decae».

Jacobo Izquierdo recordó que el tema candente y el problema de fondo no es el botellón de Montero Ríos sino el ruido ambiente que generan los pubs de la manzana de Areal, Inés Pérez de Ceta y la calle Pontevedra. «Seguimos igual que hace años, no se ha arreglado nada», lamenta.