Policía y Guardia Civil liberaron 15 caballos con cepos en el sur de Vigo

Monica Torres
mónica torres TUI / LA VOZ

VIGO

La estadística anual evidencia que esta práctica ilegal se mantiene al alza

27 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el Seprona y la Policía Autonómica, con el apoyo de la Xunta de Galicia, se han rescatado este año en los municipios de la comarca de O Morrazo y del sur de Vigo, una quincena de caballos con pexas -desde cepos de madera hasta grilletes de cadena y goma-. La cifra evidencia una tendencia al alza de esta barbarie medieval tipificada ya como delito de maltrato y que sentencia a muerte a cientos de caballos salvajes.

Los últimos animales con trancas se rescataron en Gondomar, donde en el último mes se localizaron cuatro ejemplares con distintos sistemas de inmovilización, todos ellos ilegales. La Serra da Groba es uno de los puntos más sensibles, confirman las asociaciones de defensa animal como Libera. A este se le suman, indica el Seprona, el Monte Facho, entre Moaña y Cangas y el de Xiabre, en las zonas de Catoira, Valga y Vilagarcía.

Para valorar esta situación, la asociación nacional para la defensa de los animales, en coordinación con la internacional Animals? Angels y Libera, han mantenido un encuentro reciente con la Xunta. Los portavoces de Libera y de Anda, Rubén Pérez y Alberto Díez, han coincidido en reclamar una mayor implicación de los municipios. En este sentido indicaron que ambas asociaciones sin ánimo de lucro se han dirigido ya a la Federación Galega de Municipios y Provincias para solicitar su colaboración de cara a aplicar las medidas necesarias que permitan poner fin a estas prácticas. Y es que, aunque ya ha habido al menos dos sentencias contra propietarios de caballos por empleo de cepos, la administración no puede actuar en la mayoría de los casos debido a la imposibilidad de identificar a los équidos.

Xunta y asociaciones de ganaderos de la zona han realizado un gran esfuerzo durante los últimos años. Las asociaciones que organizan los curros de Mougás, A Valga o Gondomar han asumido e implementado el uso de microchip en toda la cabaña en su afán por salvaguardar el caballo de pura raza galega. Desde Libera y Anda se aplaude también la iniciativa de la Xunta, que ha habilitado fincas a las que trasladar los animales que se localizan sin identificar. «Es un gran paso porque, aunque la competencia es de los ayuntamientos, estos a veces se desentienden o no tienen medios para hacerse cargo de los équidos, por lo que acostumbran a terminar siempre en el matadero; de esta forma se evitan tantos sacrificios», indica Rubén Pérez. Su asociación está de acuerdo en que estas prácticas de inmovilización «se detectan más en los dos últimos años». La implicación de particulares que denuncian situaciones concretas permite equilibrar la balanza. «Este año, al haber hecho buen tiempo en otoño e incluso este mes, también salieron más senderistas al monte y vecinos que se encontraron caballos con cepos y advirtieron a tiempo», indica el portavoz de Libera. Estas denuncian evitan más muertes ya que al estar indefensos, numerosos caballos con trancas acaban teniendo accidentes en el monte o invaden zonas públicas.