Povisa pierde un 25 % de la actividad privada y prepara nuevos ajustes

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

La dirección cree que está en peligro la rentabilidad de la empresa

24 dic 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

El hospital privado más grande de España afronta diez años de estabilidad gracias al nuevo concierto económico con el Servizo Galego de Saúde. Pero Povisa está tocada. Se lo reconoció su consejero delegado, José Bernardo Silveira, a los sindicatos en la reunión que mantuvieron la semana pasada. «La empresa no es rentable», les dijo, según fuentes sindicales. El hospital reconoce, a través de un portavoz, que desde el 2008 ha venido perdiendo actividad privada y que ahora tiene un 25 % menos que entonces. «Es cierto que la situación está lejos de ser boyante», dice esa fuente oficial.

El hospital del grupo Nosa Terra ya hizo ajustes laborales y varios despidos en los últimos años y ahora prepara nuevas medidas. Silveira se lo transmitió al comité de empresa y les pidió a los sindicatos que participen en las negociaciones que se abrirán después de Reyes, con las que quiere pactar un nuevo convenio colectivo. Una parte del comité ha pedido que se mejoren los salarios con el IPC más un 4 %. Al mismo tiempo, el consejero delegado ha mantenido reuniones con los mandos intermedios de la empresa para explicarles que la viabilidad está comprometida y que hacen falta medidas.

La situación contrasta con lo que manifestó la conselleira de Sanidade en el mes de septiembre, cuando se acababa de firmar el concierto con Povisa. Rocío Mosquera dijo entonces que se había «garantizado a viabilidade de Povisa para os próximos dez anos».

Pero fuentes oficiales del hospital desgranan su situación, que ofrece una cara bien distinta. Por un lado, la actividad privada ha venido cayendo sin remedio. Por otro, el nuevo concierto, con un sistema de pago por paciente -el hospital recibe 540 euros cada año por cada una de las tarjetas sanitarias asignadas, usen mucho o poco el hospital-, «ha supuesto un ajuste». La misma fuente agrega la merma de población: 4.665 personas decidieron darse de baja del hospital, ya que el nuevo concierto lo permite, y ahora atiende a poco más de 135.000 personas. A esto se añade la mayor carga impositiva para la sanidad decretada por el Gobierno central.

Aunque desde la dirección del hospital no detallan qué medidas se estudian, los sindicatos aseguran que el consejero delegado ya les ha avanzado que se van a externalizar algunos servicios. «En otras ocasiones, Silveira nos decía que quería externalizar diálisis, rehabilitación, limpieza, cocina, esterilización, laboratorio, hostelería», explican CIG, CGT, UGT y SGPS, los sindicatos que han decidido movilizarse.

«Mantivemos unha reunión co conselleiro delegado porque o obrigou a Inspección de Traballo», dice María Jesús Neira, de la CIG. En ella, el que en la práctica es el director del hospital les aseguró que se van a amortizar puestos de trabajo que, en sus palabras, son «vacíos de contenido». También se reorganizarían turnos y horarios.

Povisa es la segunda empresa privada de Vigo con más plantilla, después de PSA Peugeot Citroën. A 1 de octubre, según transmitió el consejero delegado al comité de empresa, la firma contaba con 1.390 trabajadores, de los que 803 estaban a jornada completa y el resto no. El concierto con el Sergas le aporta en torno al 75 % de los ingresos, que rondan los cien millones cada año.