Riqueza, poder y sexo: las claves de la «secta» destapada en Oia

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Un patrimonio de dos millones de euros, abusos a las mujeres jóvenes que vivían con él y su total control sobre la vida de sus miembros, claves en las acusaciones que pesan sobre Miguel Rosendo

12 dic 2014 . Actualizado a las 18:05 h.

Poco a poco. Así se ganaba Miguel Rosendo a los adeptos que formaban parte de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, de la que fue destituido por el Obispado por conducta inmoral. Este curandero acabó formando casi de la nada un grupo que llegó a tener más de 400 personas y sobre el que recaen acusaciones de formacion «sectaria», según el informe de un investigador contratado por las familias. Ex miembros y padres de personas que continuaron en el círculo de Miguel, redireccionado como La Voz de Serviam, han dado durante todo este proceso las claves que podrían conducir a este vigués a la cárcel, después de haber sido detenido ayer en Madrid.

Millonario con una pensión de 400 euros

Una de las acusaciones que pesa sobre los dos detenidos es el blanqueo de capitales y la estafa. Estos delitos tendrían su base en el inmenso patrimonio que amasó el líder de la supuesta secta pese a que, según los allegados, tan solo vivía de una pensión de 400 euros mensuales. Según parece, no hay constancia de que declarara la venta de la herboristería en la que inició sus trabajos como curandero en Vigo. Pero se da por supuesto que con esos beneficios no sería posible haber amasado el patrimonio inmobiliario del que disfrutaba. La casa en Oia, conocida como los muros de Jerusalén, está valorada en 800.000 euros y ha salido a la venta a través de una agencia inmobiliaria extranjera. La vivienda principal tiene una superficie construida de 746 metros cuadrados, un anexo residencial, un torreón y una piscina climatizada de 30 metros cuadrados.

La vivienda en la que ayer se realizaron los registros está situada en Collado de Villalba y tiene una planta baja de 150 metros y una planta de 128. Está construida sobre una finca de 1.280 metros cuadrados. La casa tiene piscina y barbacoa y había una zona en obras en la que presumiblemente se proyectaba construir una capilla. Ayer, en el día de su detención, la Guardia Civil incautó cerca de 4.000 euros en efectivo.

Según las declaraciones de los adeptos que salieron del grupo, se realizaron grandes entregas de dinero. Algunas familias aseguraron haberle dado pagos en efectivos de 66.000 euros por la venta de un piso en Vigo. Otros afectados recordaron darle donaciones de 5.000, 8.000, 10.000 o 20.000 euros, además de otras mensualidades de menor cuantía. Además, se suponía que todos los miembors, llegó a haber más de 400, hacía una aportación mensual de 20 euros al mes en concepto de cuota. Además del dinero, el informe del detective privado relata entregas de furgonetas de cmbustibles, alimentos y materiales de construcción.

Además de las ayudas que recibían de los adeptos, también había colaboración y apoyo de instituciones y otros grupos. Durante algunos meses se encargaron, entre otros cometidos, de gestionar el Santuario de las Apariciones, en Pontevedra. Hubo quien aseguró en su momento que pudo llegar a cobrar entre 1.000 y 1.500 euros por ser custodia del santuario vigués, aunque no hubo confirmaciones oficiales.

Comportamientos sectarios: restricción de visitas, elección de maridos y control

Entre los cargos que pesan sobre Miguel Rosendo y su mano derecha, una de las miguelianas cuya familia ha declarado que le han comido la cabeza, figura también la de atentar contra la integridad moral y asociación ilícita. Estas acusaciones estarían basadas en los comportamientos denunciados por los ex miembros de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel que en el informe del detective privado se tildan de sectarios. La entidad, tanto la orden inicial como la posteriormente creada La Voz de Serviam, tenían una jerarquía establecida. Eso sí, las decisiones las tomaba de forma unilateral Miguel Rosendo, quien escogía las mujeres jóvenes que debían acompañarle y ser sus bastones.

Este no era el único poder que ejercía sobre sus seguidores. Varios miembros llegaron a abandonar sus trabajos respectivos para integrarse en la casa madre, donde trabajaban en función de las necesidades que disponía el líder. El responsable de la supuesta secta también tenía potestad para emparejar a sus seguidores según su único cirterio. Con el argumento de que «hablaba con Dios y Dios así se lo podía», juntó a varias parejas.

Su control sobre los miembros llegaba también a pelear contra cualquier posible huida del grupo. En septiembre de este año, según relatos de los familires, una joven intentó marcharse. Cuando manifestó su intención de abandonar la residencia de San Lorenzo del Escorial, fue retenida físicamente contra su voluntad por las otras compañeras y el líder habló con ella para obligarla a que se quedara. Varios días después, la joven acudió a presentar denuncia al cuarte de la Guardia Civil. Otra joven abandonó la orden en 2012 y tuvo que aprovechar una parada en un viaje para irse con sus padres.

Los miembros, además, estaba sometidos a un estricto control de las visitas de familiares. En algunos casos solo se permitía una llamada de 20 minutos cada cuatro meses. En cualquier caso las comunicaciones siempre eran controladas por algún miembro de la orden. Las visitas personales eran muy limitadas y se tenían que solicitar al locutorio de la asociación, que ponía la orden y fecha según su conveniencia.

Semen purificador y contactos sexuales con las adeptas

Otra de las acusaciones que más revuelo ha levantado tras conocerse los entresijos de la orden de Oia es la de abusos sexuales. Consta como uno de los cargos por los que la Guardia Civil ha detenido a Miguel Rosendo. Estas denuncias estarían basadas en el testimonio de exmiembros, que nunca sospecharon las prácticas que el líder supuestamente realizaba con las jóvenes del grupo.

Según su relato, el despacho del líder se comunicaba a través de una puerta sin llave con la habitacion en la que dormían dos de sus seguidoras más fieles, denominadas bastones. Estas dos jóvenes debía estar con él durante las 24 horas del día para recoger todos sus movimientos tanto de día como de noche. Pegada a la habitaciónd e las chicas había otra estancia donde dormían las aspirantes a religiosas. Separada por una puerta de hierra estaba la estancia donde descansaban los aspirantes a religioso.

Los exmiembros relataron que en ocasiones muy frecuentes tanto a la hora de la siesta como a la noche solía hacer entrar a su despacho a algunas de las monjas y a otras que no lo eran para hacer lo que el llamaban limpiezas espirituales. Según han denunciado las familias, estas actividades incluían tocamientos y prácticas sexuales que incluso se mezclaban con lenguaje y connotaciones religiosas. En el escrito que esta misma semana presentaron las familias afectadas, explicaron que «una de las mujeres víctimas de estos abusos relató cómo Miguel le aseguraba que por su semen le llegaba el cuerpo de Cristo y que de esta manera le purificaba. Le decía que lo que hacía con ellas era algo espiritual y que ellas eran escogidas por Dios».