Recurren la renovación del Jonathan al hacer «imposible» la regeneración de Samil

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Grupos políticos y ecologistas presentan alegaciones

08 nov 2014 . Actualizado a las 20:07 h.

Los grupos políticos Esquerda Unida, Anova y Equo y los ecologistas Amigos da Terra y Espazo Ecosocialista Galego presentaron ayer en el Concello un recurso de reposición contra la adjudicación del antiguo restaurante Jonathan en la playa de Samil. Solicitan a la administración local que revoque la concesión y que, en tanto se resuelve el recurso, se mantenga en suspenso el acuerdo del gobierno municipal.

Los recurrentes alegan que el Concello no ha seguido las recomendaciones taxativas de la comunidad científica con motivo de la elaboración del Plan Xeral de Ordenación Urbana. En las mismas se aseguraba que era imposible regenerar Samil si no se retiraban las infraestructuras que se empezaron a construir en los años setenta.

Tras una primera actuación esperanzadora a raíz del derribo del edificio de As Dornas, la renovación de la licencia del Jonathan supuso una sorpresa mayúscula para los ecologistas. De hecho, nadie en el Concello se ha dignado en explicar los motivos por los que se tiró As Dornas y se mantiene el Jonathan.

En opinión de los grupos demandantes, se trata de una evidente incoherencia, ya que conservar un inmueble en esta playa por 25 años, como es el caso, impide regenerarla durante ese período. «La playa desaparece y vemos con preocupación que esto puede contravenir el PXOM, pues de hecho constituye un nuevo local», advirtió Antón Lois, quien actuó como portavoz de los cinco colectivos. Piden al Concello que dé marcha atrás y que, incluso, retire las infraestructuras municipales como los campos de deportes de Samil.

Sobre los comentarios habituales del alcalde reclamando al Gobierno central una partida presupuestaria para la regeneración del arenal, recuerdan que desde Elena Espinosa todos los ministros de Medio Ambiente se han ofrecido a colaborar, pero exigiendo que antes el Concello retire todas las infraestructuras para que puedan ejecutar los trabajos.

La concejala de Urbanismo, Carmela Silva, declaró recientemente que la regeneración de la playa no es incompatible con el inmueble del Jonathan. Es más, añadió que el local contribuye a esa regeneración.

No menos llamativo fue el razonamiento del alcalde sobre la decisión de mantener en pie el local. Caballero alegó que era una forma de evitar que los vigueses tuvieran que pagar 25 euros por un café. Por ahora no ha habido ninguna otra explicación que avale esta decisión.

En otro lugar

Para los grupos políticos y ecologistas, el anteproyecto aprobado infringe abiertamente la normativa que refleja que con carácter ordinario solo se permitirán en estas zonas las obras, instalaciones y actividades que, por su naturaleza, no puedan tener otra situación. Es el caso de establecimientos de cultivo marino, de las salinas o de aquellos que presten servicios necesarios para el uso de dominio público marítimo-terrestre, así como de instalaciones deportivas descubiertas.

La regeneración de la playa de Samil es considerada por los grupos ecologistas una actuación necesaria y también prioritaria, ya que de seguir la evolución actual, el arenal está condenado a desaparecer.

Sin embargo, el proyecto no ha recibido más que largas por parte de los responsables municipales y la adjudicación del Jonathan no hace más que confirmar las pocas intenciones que hay de acometer la obra. En el mejor de los casos, se trataría de recuperar su antigua fisonomía o, como mínimo, de retranquear el paseo.