Los atracadores del cura de Pazos se fueron a un club de alterne con el botín

E.V.PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

El fiscal pide 10 años de cárcel para los 3 asaltantes que amordazaron al párroco

25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía pide un total de 10 años de cárcel para los 3 atracadores que amordazaron y maniataron al párroco de Pazos de Borbén en su casa el lunes 28 de enero del 2013 para robarle y sacar dinero en cajeros automáticos con su tarjeta de crédito o usarla en prostíbulos. El juicio se celebrará el martes 27 en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. «Me ataron, me dieron un beso en la frente y las buenas noches», contó el cura , Jaime González, ahora de 76 años, tras pasar doce horas maniatado. Al día siguiente, ya los había perdonado y, en el juicio, no pedirá indemnización.

Los implicados, supuestamente, se hicieron con las tarjetas de crédito del cura y se gastaron 300 euros del botín en copas en un club de alterne de O Porriño. El religioso permaneció atado a una silla doce horas hasta que lo liberó su asistenta. El Ministerio público pide para los tres implicados cinco años de cárcel por un robo con violencia, cinco por detención ilegal y multa de 360 euros por una falta de lesiones.

La banda estaba compuesta por Francisco S.M., un reincidente condenado en Tui a un año de cárcel en el 2012 por robo con fuerza, Javier P.O. y el portugués Victor José M.L. Los implicados llegaron en un Renault 19 a la casa rectoral, sita en Pazos de Borbén, a las 22.30 horas. Ocultaron sus rostros con trozos de tela y rompieron el cristal de la puerta con una piedra. El sacerdote oyó el ruido y corrió hacia el lugar pero dos de ellos le obligaron a dejarlos entrar mientras que Francisco S. se quedó a vigilar.

Dentro de la casa rectoral, Javier P. amenazó al cura con un cuchillo y le obligó a entregarle 30 o 40 euros y su tarjeta de crédito. Tuvo que confesar su pin secreto con la amenaza de que si el número era falso volverían.

Luego, ataron al párroco de pies y manos con un cable de teléfono y otro de un tensiómetro, y le anudaron las manos con la funda de una almohada. Lo dejaron allí durante doce horas. El anciano sufrió dolor en las manos y los pies, escalofríos y pasó mucho frío, según la Fiscalía.

Mientras, los tres acusados habrían salido de juerga esa noche con la tarjeta del cura y su pin. Sacaron 300 euros de un cajero automático de Ponteareas dos veces consecutivas y otros dos reintegros de 300 euros en Tui. Obtuvieron 1.200 euros en total. Luego, según el relato de la Fiscalía, se fueron al club de alterne Falcon Crest, en la calle Antonio Palacios de O Porriño y pidieron cinco rondas de consumiciones o servicios en las que gastaron 486 euros del botín. Y echaron 60 euros de gasolina en la estación de servicio de Queimadiña, en la salida 291 del vial PO-9006 de Ponteareas a As Neves.

A la mañana siguiente, a las 10.30 horas, llegó la mujer de la limpieza y descubrió al septuagenario amordazado. Este sufrió erosiones en la muñeca derecha y eritema en ambas muñecas y en tobillos que requirieron una asistencia y tardaron una semana en sanar. Le quedó como perjuicio estético una cicatriz de 11 centímetros de longitud.

La Guardia Civil siguió la pista de las transacciones que los tres asaltantes hicieron con la tarjeta robada y fueron detenidos, a los pocos días, en O Porriño. Son residentes en Monçao, en Portugal.

El párroco, que ejerció en Pazos de Borbén durante 40 años, recuperó los cargos efectuados con la tarjeta sustraída. Los implicados, en caso de ser condenados, no tendrán que pagar indemnización al cura porque no reclama nada por los daños en la puerta ni por las heridas sufridas.