La chef viguesa Inés Abril y sus vieiras logran otra semana en el programa de Top Chef

La Voz

VIGO

La concursante participó en el reto de los restaurantes en un equipo acompasado que estuvo capitaneado por Peña

07 oct 2014 . Actualizado a las 13:18 h.

Y llegó el reto de los restaurantes a Top Chef. Los concursantes del programa de cocina de Antena 3 se enfrentaron ayer al quinto programa con la idea de afrontar un servicio de comida en dos establecimientos de renombre. El Club Allard y El Cenador de Salvador fueron las dos cocinas en las que los equipos intentaron demostrar su profesionalidad.

El primer reto llegó con la formación de los equipos, de los que esta vez el jurado eligió a los capitanes. El veterano Honorato y el vallisoletano Peña tuvieron que elegir a sus compañeros. Y aquí llegó la sorpresa, pese a los enfrentamientos de Mark y Peña en Santiago, finalmente el segundo lo eligió para trabajar con él. Pero el jurado tenía otros planes. Alberto Chicote decidió intercambiar los capitanes y finalmente Honorato se quedó con Mark, Victor, Carlos, Rebeca. En el caso de Peña su equipo sumó a la viguesa Inés Abril, Marta, David y Fran, que se llevaron el color naranja como distintivo. Si bien estos últimos demostraron su buen entendimiento a la hora de poner en común ideas para elaborar el menú y para realizar la compra a prisas.

El equipo gris fue todo lo contrario, aquí la compenetración quedó clara desde el minuto cero. «Las decisiones las tomo yo, erróneas o no erróneas», apuntó Honorato sacando genio. Las ideas de Rebeca chocaron con las de su equipo y finalmente ninguna de ellas triunfó, para disgusto de la cocinera. Igualmente se vieron enfrentados a la hora de hacer la compra, en la que la personalidad conflictiva del catalán Mark y de Rebeca hicieron que saltaran las chispas. «Ella tiene mucho carácter y es muy machota», acusó el catalán.

En los fogones

Detras de los fogones, el equipo naranja cometió fallos pero demostró su buen trabajo en equipo. Inés Abril aprovechó para explicar la limpieza de las vieiras que luego tendría que preparar. Pese al equívoco de David, que sirvió azúcar en lugar de sal, y algunos fallos en la preparación, el grupo salvó la prueba sin problema.

No así ocurrió con los integrantes del equipo gris, descoordinados y con enfrentamientos en la cocina, cambios en el menú y fiascos con la preparación de la merluza. El plato que se salvó de todas las críticas fue el postre de Victor, que hasta arrancó elogios de la competencia. Pero ese final no logró salvar el conjunto y los de gris tuvieron que enfrentarse a la prueba de eliminación.

En base a la cocina por colores, los concursantes tuvieron que conquistar al jurado en una cata ciega en la que Honorato y Rebeca se enfrentaron a las malas críticas de Chicote. Finalmente fue ella la que tuvo que recoger sus cuchillos y marcharse.