La picaresca de los accidentados dispara los pleitos de cuantía máxima

E.V.PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

La indemnización por un accidente, en foto de archivo, acaba en la vía penal para eludir las tasas.
La indemnización por un accidente, en foto de archivo, acaba en la vía penal para eludir las tasas. XOÁN < / span>CARLOS GIL< / span>

Los heridos piden el doble de títulos para cobrar indemnizaciones de tráfico

04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jueces de lo civil se han encontrado este año con 260 ejecuciones de autos de cuantía máxima presentados por accidentados de tráfico que piden al tribunal que ordene a las compañías aseguradoras que les abonen inmediatamente el tope de la indemnización que les corresponde por sus lesiones en un siniestro vial. Hace un año, solo se habían presentado 144 de estas ejecuciones. Ahora hay un 80,5 % más de accidentados que presentan este título en el juzgado civil para cobrar rápido su compensación.

El aumento del número de autos de ejecución de cuantía máxima prueba lo que los juristas sospechaban desde hace tiempo. Pone en evidencia que los demandantes por lesiones en accidentes de tráfico que no quieren pagar tasas han descubierto un atajo para ahorrar dinero y tiempo aunque sea a costa de denunciar al otro conductor y llevarlo a un juicio por la vía penal.

Cuando hay un accidente leve por alcance en medio de la ciudad, muchos conductores sufren esguinces cervicales o contusiones de escasa entidad. Si no llegan a un acuerdo con la compañía aseguradora, tienen que presentar un demanda en los juzgados de primera instancia. Pero la vía civil cuesta dinero: 150 euros de tasas judiciales por un juicio verbal (si la cuantía en litigio supera los 2.000 euros), 1.000 euros por un forense privado para que determine la gravedad de las lesiones y buscar a un perito para que calcule la indemnización.

El truco consiste en que el herido, en vez de acudir a la costosa vía civil, vaya al juzgado de guardia y presente una denuncia por una falta de lesiones. El juez de instrucción ficha fecha para celebrar un juicio de faltas contra el otro conductor. Todos los trámites están exentos de tasas judiciales y el examen de las lesiones sale gratis porque lo hará de oficio la clínica forense. El médico entregará su informe imparcial y objetivo al juez que, en base a un baremo, determinará en un auto la indemnización máxima que cobrará el accidentado.

Este título judicial es lo que único busca el lesionado. La mayoría ni se presentan al juicio o renuncian al pleito. Y, en todo caso, el juez absuelve al otro conductor porque la vía adecuada es la civil. Pero el demandante ya ha logrado un título que fija su indemnización y corre a presentarlo ante el juez de lo civil para que lo ejecute y obligue a la aseguradora a resarcirle. Todo el proceso sale gratis y es muy rápido. Otra cosa es que los jueces de instrucción sientan que están derrochando tiempo y recursos.

Las ejecuciones de títulos de cuantías máximas casi se han duplicado en un año. Los letrados consultados niegan que se trate de «picaresca». «Yo lo llamaría estrategia y no picaresca pues es un procedimiento lícito derivado de las consecuencias de las disparatadas e injustas tasas judiciales», dice el letrado Carlos Borrás. «Se nota el aumento desde que hay tasas», afirma.

Ignacio Pérez Amoedo, del bufete ValVigo Abogados, niega que sea picaresca. «La mayoría de la gente se va al penal porque evita el abono de tasas judiciales y porque es un procedimiento más barato y rápido cuando hay lesiones. Pero de toda la vida se usó la jurisdicción penal para accidentes de tráfico con lesionados», aclara. Y más ahora pues «en una reclamación de civil de más de 2.000 euros tienes que pagar tasas y la gente se va más a lo barato pues te ve gratis un forense que valora las lesiones de forma objetiva e imparcial. La vía penal tiene más ventajas».

Pérez Amoedo dice que presentar una denuncia «es una forma cómoda de empezar la reclamación. En mi despacho, siempre se presenta denuncia para evitar las tasas. Pero lo habitual es arreglar con la compañía salvo si es una lesión grave. En el 90 % de los casos no hace falta ir a juicio si la oferta de la aseguradora es aceptable».