Telebasura

VIGO

27 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que el programa Sálvame sea telebasura. En todo caso, entretiene a millones de personas cada tarde. Y lo que es más importante, no engaña a nadie. Todo el mundo sabe de qué va. Así que el hecho de que el nuevo líder del PSOE llame en directo a un presentador de una cadena privada para aclarar que él está en contra del maltrato animal forma parte de una estrategia calculada. Pedro Sánchez vende su producto sin validar el circo que hay montado dentro del plató. Cuando un partido político reparte papeletas electorales no discrimina locales de alterne ni establecimientos que venden armas.

Pero volvamos al concepto de telebasura. El 11 de septiembre, TVE abrió un informativo asegurando que Cataluña celebraba la Diada dividida solo porque estaba acogiendo dos manifestaciones populares de distinto signo. Efectivamente, una era independentista y la otra antiindependentista. Lo que pasa es que en una participaban más de un millón de personas y en la otra, apenas siete mil. Al equipararlas y darles la misma cobertura, la televisión que tendría que ser de todos los españoles y no es más que la del Gobierno de turno no actúa de forma sensacionalista, pero sí de forma escandalosa. Si no es telebasura, se aproxima bastante. Y ahí cabe encuadrar también lo que hace TV3 al dictado CiU, pues quienes se molesten en ver de vez en cuando el canal autonómico habrán comprobado que se dedica sistemáticamente a aleccionar sobre el proceso soberanista mientras oculta noticias como la corrupción de la familia Pujol.

Bajemos incluso otro peldaño. Cuando un alcalde utiliza el dinero de los contribuyentes para financiar programas de autobombo en las televisiones locales, ¿de qué estamos hablando? Hace falta ser ingenuo o estúpido para rasgarse las vestiduras por una llamada como la de Pedro Sánchez y no por llamadas como las que se filtran en esas versiones municipales del chavista Aló Presidente para que le llamen guapo y listo al que se pone delante de las cámaras, soltando una mentira tras otra y dejándose adular, con cargo a los fondos públicos. ¿Acaso no es eso telebasura?

diego.perez@lavoz.es