La cruz de Franco celebra su 53 cumpleaños gracias a Caballero

Diego Pérez Fernández
diego Pérez VIGO / LA VOZ

VIGO

Los archivos del NO-DO recuerdan la inauguración en el monte del Castro, en septiembre de 1961

15 sep 2014 . Actualizado a las 14:55 h.

Un alcalde socialista ha permitido que la cruz de los caídos del monte del Castro, el mayor símbolo del franquismo que permanece en Vigo, cumpliese ayer su 53 aniversario. La efemérides llegó en plena polémica por la decisión de Abel Caballero de recurrir la sentencia judicial que ordena el derribo del monumento. Hubiese bastado con acatar el fallo para no llegar a este aniversario, pero el regidor no lo ha querido así. Y la polémica no cesa.

Algunos internautas aprovecharon para rescatar el noticiero oficial de la dictadura, el NO-DO, que deja bien a las claras la historia de la cruz y que pone en evidencia algunas de las excusas a las que se ha agarrado el regidor vigués, para disgusto de muchos compañeros de partido y casi toda la izquierda.

El 14 de septiembre de 1961, Francisco Franco llegó en el Azor a la ría y, a bordo de una lancha, se dirigió al puerto para inaugurar primero el edificio de la Estación Marítima (que ya llevaba medio año funcionando) y luego la cruz de los caídos en la falda del monte vigués. Las imágenes del NO-DO muestran no solo la adhesión inquebrantable del locutor, tan acostumbrado al ensalzamiento de la figura de «su excelencia», sino también a un grupo de ciudadanos enfervorizados que aclaman al jefe del Estado y que celebran el monumento levantado en recuerdo de los muertos en el bando nacional durante la Guerra Civil. La comitiva no es menor y a Franco se le ve muy tranquilo, siempre atendiendo las explicaciones de los mandatarios locales.

Del Castro se fue a terreno de la Zona Franca para visitar las instalaciones de Citroën. Y de allí, a una fábrica de Pontevedra para más tarde regresar a las Cíes en barco. Porque esa jornada fue provechosa para quienes querían adular al general. Se inauguró también el monolito que servía como reconocimiento de toda la provincia de Pontevedra en el 25 aniversario de la victoria. El cronista del noticiero cuenta cómo las tripulaciones «aclaman» al líder en ese «colosal hito» que supone el «conmovido homenaje», sin olvidar las «muestras de afecto de los pescadores».

El caso es que el monolito de las Cíes ya es historia. El Gobierno del PSOE se encargó de dinamitar aquel pegote de albañilería que permanecía en todo un parque nacional. Bastó con aplicar la Ley de Memoria Histórica sin que nadie se rasgase las vestiduras. Caballero no ha querido seguir la estela socialista y ha indultado la cruz, agarrándose a una acuerdo plenario de la época de Soto. En aquel momento se hicieron piruetas para proclamar que el momento debía recordar a todas las víctimas.

La postura del alcalde sigue provocando indignación. Entre los republicanos, sin lugar a dudas. La plataforma Nova Esquerda Galega-Federación de Republicanos aseguró ayer que demandarán a Caballero ante la justicia, junto con otras organizaciones políticas y sociales, por el delito de prevaricación «no caso de que siga incumprindo coa Ley de Memoria Histórica.

Este colectivo, que tiene como portavoz a Lois Pérez Leira, advirtió que existen otros monumentos y símbolos fascistas en la ciudad que deberían ser incluidos en un programa de «limpeza democrática». Mencionan, entre ellos, el monumento funerario en homenaje al capitán Antonio Carreró y el escudo de la Comandancia. Igualmente, piden que se cambien los nombres de calles como Luis Suárez-Llanos, Rafael Portanet y Eijo Garay.

crónica el no-do recoge la inauguración en el castro en septiembre de 1961