Los demandantes piden que el Concello derribe la cruz de O Castro cuanto antes

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 dice que el alcalde no la ha tirado hasta ahora «por capricho»

08 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 lleva años batallando por que se eliminen los símbolos de la dictadura franquista de los lugares públicos de la ciudad. Por eso, la satisfacción entre el colectivo es evidente por la sentencia del juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 que obliga a derribar la cruz de O Castro. Eso sí, el colectivo advierte que no va a dejar de pelear. «Agora a pelota está no tellado do Concello e nós pedimos que se execute a sentenza e que a cruz se derrube canto antes», lanza el presidente de la asociación, Telmo Comesaña.

El colectivo por la memoria histórica no se planteaba si iba a ganar o perder el juicio contencioso contra el Ayuntamiento. Pero sí tenía claro que, fuera cual fuera el resultado del pleito, ellos no pararían. Comesaña dice que si la sentencia le hubiera dado la razón al gobierno local, la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 habría convocado una gran movilización ciudadana para que la originalmente denominada Cruz de los Caídos cayese.

Pero la sentencia es clara. La cruz, según el juez, es un «símbolo propagandístico» del franquismo, es «una memoria de la humillación para los vencidos» y en ningún caso se trata de un emblema religioso o eclesiástico.

No hay que olvidar que el Concello de Vigo, como acusado en el juicio, defendió que no se debe derribar la cruz de O Castro. ¿Por qué, si el PSOE aprobó la ley de la memoria histórica, que prohíbe los símbolos franquistas en lugares públicos, el gobierno socialista de Vigo actuó de manera distinta en este caso? Telmo Comesaña cree que en este caso Abel Caballero «actúa por capricho». El presidente del colectivo recuerda que cuando pidieron firmas ciudadanas para que se tirase la cruz, los concejales del PSOE Carmela Silva, Santos Héctor Rodríguez Díaz, Isaura Abelairas y Xulio Calviño -ahora fuera del Ayuntamiento- suscribieron esa petición. Después, en junta de gobierno local acordaron que no se tirase y en un pleno de la corporación en el que el BNG pidió el derribo también votaron en contra del derribo.

«Que se colguen a medalla»

Telmo Comesaña ofrece al PSOE incluso «que colgue a medalla». «Non me importaría en absoluto», dice, que el alcalde ahora ejecutase la sentencia «e dixese que o fai por iniciativa propia; o único que queremos é que se tire». La presencia de la cruz en un lugar tan céntrico y emblemático es un recuerdo constante, según la asociación y según el juez, de la represalia de la dictadura contra el bando perdedor. Por eso demandan el pronto derribo del símbolo.

El colectivo por la memoria histórica recuerda que el pleito cuesta dinero a los ciudadanos. La defensa jurídica del Concello se paga con dinero público y, si el proceso se alarga, lógicamente se financiará con cargo al contribuyente. «O mellor sería que entrara en razón e non pleitee máis cos nosos cartos», pide.

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 solo tuvo una reunión con Abel Caballero, a principios del mandato. En ella, solicitaron al alcalde que se borrasen los nombres de las víctimas del bando franquista que permanecían en las iglesias y que se derribase la cruz de O Castro. El regidor se comprometió, pero después pactó con el entonces obispo mantener la cruz y limpiar las iglesias de las huellas de la dictadura.

Ahora, la asociación busca también la anulación de los juicios sumarios del franquismo.

El partido A Esquerda valoró ayer que el fallo judicial supone confirmar que el alcalde «cometeu delito de prevaricación» y reclamó que el Marco, donde se encarceló a personas opuestas al régimen que luego fueron fusiladas, se convierta en un museo de la memoria histórica.